lunes, 28 de mayo de 2018

EFEMÉRIDES MARÍTIMAS Y NAVALES


Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016

Efemérides Navales de Hoy 28 Mayo






28 de mayo 1790: La corbeta Descubierta, de la expedición Malaspina arriba al Callao procedente de Chile. La oficialidad es alojada en la hacienda de la congregación religiosa de la Buena Muerte en La Magdalena. Poco después arriba la corbeta Atrevida y su tripulación es alojada en la casa de campo del conde de San Carlos, también en La Magdalena. Malaspina decide que los miembros de su tripulación permanezcan un tiempo prolongado en el Perú. 

Expedición Malaspina: España se suma a las rutas científicas del siglo XVIII (por Pablo Martínez García)



En septiembre de 1788, el teniente de navío Alejandro Malaspina propone al gobierno español la organización de una expedición político-científica alrededor del mundo, con el fin de visitar casi todas las posesiones españolas en América y Asia

El siglo XVIII es conocido, ante todo, por el movimiento ilustrado que se dejó notar en todos los ámbitos de la sociedad y también en la vida militar. En todos los países surgió una generación de militares ilustrados, unos eran médicos, otros matemáticos, pero aquí destacaremos a los científicos y exploradores.

Durante este siglo multitud de expediciones científicas se hicieron a la mar en busca de lo desconocido y Francia y Gran Bretaña patrocinaron gran parte de estas (basta con decir el nombre de Cook). Pero la situación española era diferente, había entrado en el siglo con una guerra civil que se reveló una guerra internacional y que llevó a los Borbones al trono de la monarquía hispánica. Y después de Utrecht, Felipe V estaba más preocupado en resolver los flecos sueltos del tratado y de su estado de ánimo que de patrocinar gran cosa.

El panorama político cambió en 1746 con la llegada de Fernando VI y de un reinado más sosegado en lo económico y en lo bélico, penetrando las ideas ilustradas en nuestro país. No obstante, el punto álgido llegó con Carlos III. Fue este rey quien empezó a patrocinar expediciones científicas con la misión de conocer mejor su propio imperio y la diversidad del mundo hispánico, en el cual seguía sin ponerse el sol. En este contexto apareció el personaje adecuado para esta labor: Alejandro Malaspina. 

Nacido italiano pero formado en la Marina Real, en la cual participó en episodios bélicos como el Gran Asedio a Gibraltar, Malaspina se puso manos a la obra para presentar al rey su proyecto de expedición. Una propuesta que entregó junto a su colega José Bustamante al gobierno el 10 de Septiembre de 1788 como viaje científico y político por el Imperio español y otras partes de Asia a fin de conocer cuanto pudieran abarcar.

Un mes después recibieron la autorización y se pusieron manos a la obra. El primer paso era buscar a la mejor tripulación con el menor número posible de oficiales, ya que Malaspina no quería una lucha de egos continua a causa de los posibles descubrimientos que se pudieran realizar. Entre estos oficiales destacarán Alcalá Galiano, Cayetano Valdés, Juan Gutiérrez y otros 102 hombres entre carpinteros, pilotos, soldados, etc. El equipo de naturalistas lo formaron el botánico francés Luis Neé y el teniente Antonio Pineda y Ramírez, de la Real Guardia, hombre que obedece al espíritu militar que Malaspina quería. Por su parte, los bajeles elegidos serán las corbetas Atrevida y Descubierta (nombradas así en honor a las naves del capitán Cook).

Parten rumbo a América el jueves 30 de julio de 1789, llegando en septiembre a Montevideo en un viaje que a lo largo de cinco años les llevó a bordear el cabo de Hornos, a El Callao, a visitar Lima (donde descansarán largo tiempo) y más tarde al lejano norte, costas próximas a Alaska en busca del mítico paso del noroeste que tantos otros buscaron antes. De ahí a Filipinas y las costas asiáticas y de Oceanía.

Tras esto regresaron a Cádiz el 21 de septiembre de 1794, con algunos hombres menos, entre ellos el teniente y botánico Antonio Pineda. Malaspina presentó un informe a Godoy y ya sabemos cómo se las gastaba el "Príncipe de la Paz”, que viendo que podía hacerle sombra le condenó a destierro por conspirador. 

Así fue el viaje de la expedición española más importante del siglo, en la que cientos de imprevistos y aventuras ocurrieron pero que en estas breves pinceladas no se han podido abordar, por eso animo a los lectores a que lean Las Corbetas del Rey, de Andrés Galera Gómez, donde encontrarán el más detallado relato de esta interesante expedición española.



28 de mayo 1832: Nace en Lima el capitán de navío Luis Germán Astete, destacado marino con amplia participación en la vida política del país, como partidario de Nicolás de Piérola. Era comandante del Huáscar cuando tiene lugar el combate de Pacocha. 

Germán Astete

Hijo de Pedro de Astete Núñez y María Manuela Fernández de Paredes y Noriega (nieta de los marqueses de Salinas). Bautizado en el palacio de Gobierno, su padrino fue el mariscal Gamarra, presidente de la República.Estudió en el Convictorio de San Carlos de Lima. Luego ingresó como guardiamarina en la Escuela Militar en 1850, y ese mismo año se embarcó en la fragata Algerie y posteriormente en la Serieuse, en la que fue enviado a Francia. En 1853, con el grado de alférez, integró la dotación de la recién construida fragata Amazonas, en su viaje al Perú desde Inglaterra. En 1854 fue nombrado comandante de la goleta Héctor, pero se amotinó junto con los presos políticos que llevaba a bordo, los cuales iban desterrados a México. Capturado por el Vigilante, fue procesado y desterrado a Chile. Pronto volvió al Perú, radicando en Arequipa, donde permaneció hasta la batalla de La Palma, victoria de los rebeldes que puso fin al gobierno de José Rufino Echenique, a inicios de 1855. En 1856, contrajo matrimonio con Peregrina Guerrero y Álvarez Calderón, sobrina del conde de Álvarez Calderón. La pareja tuvo seis hijos. Ascendió a teniente segundo en marzo de 1855, y sirvió en los navíos Libertad y Guise, siendo dado de baja nuevamente por su apoyo durante la guerra civil de 1856-1858 al general Vivanco, en enero de 1857. Elegido diputado por Huaraz en la legislatura de 1860-1864, renunció su ascenso a capitán de corbeta al considerarlo incompatible con su función política. 

A bordo del vapor Sachaca, participó en el Combate del 2 de mayo de 1866 contra la Escuadra Española del Pacífico.

Restablecido el gobierno constitucional en 1868, fue ascendido a capitán de fragata. En 1871 obtuvo su licencia indefinida, y en ese estado, tuvo participación activa en la sublevación a favor de Nicolás de Piérola contra el presidente Mariano Ignacio Prado. Entonces tomó el mando del monitor Huáscar, a bordo del cual fue designado comandante de la Escuadra Nacional Regeneradora. En esa posición, enfrentó en el combate de Pacocha a los navíos ingleses Shah y Amethyst, el 29 de mayo de 1877. Después de esta batalla, que fue considerada una victoria del monitor, los rebeldes se entregaron en Iquique a las fuerzas leales al presidente Prado.

Al estallar la Guerra del Pacífico, y ya con el grado de capitán de navío, fue comisionado para adquirir armamento y un buque en Estados Unidos, tarea que fue interrumpida, debido a los vaivenes políticos. De regreso al Perú, fue nombrado prefecto del Callao y comandante de las baterías durante la defensa del puerto ante el bloqueo de la escuadra chilena. Combatió en las batallas de San Juan y Miraflores, y debió ordenar la destrucción de varias embarcaciones para evitar que cayeran en manos enemigas (enero de 1881).

Ocupada Lima por los chilenos, marchó a la sierra y fue elegido diputado por Alto Amazonas a la Asamblea Nacional reunida en Ayacucho, pero no se incorporó a ella y prefirió tomar las armas, incorporándose a la resistencia de la Sierra encabezada por Andrés A. Cáceres. Participó en las batallas de Marcavalle, Pucará, Zapallanga y Concepción. En la batalla de Huamachuco tuvo bajo su mando la 4.º División del Ejército del Centro y murió a consecuencia de un disparo que le atravesó la frente.




28 de mayo 1858: Arriba al Callao la fragata Amazonas. Es el primer buque americano que da la vuelta al mundo. El viaje inicialmente programado hasta la China, se prolonga hasta la India, donde gran parte de la tripulación fallece del cólera. A su llegada a Londres, efectúan reparaciones, zarpando meses después con rumbo a Río de Janeiro, estrecho de Magallanes y Callao (había iniciado su periplo el 25 de octubre de 1856). 

LA FRAGATA AMAZONAS, PRIMER BARCO LATINOAMERICANO EN DAR LA VUELTA AL MUNDO - publicado en Crónicas el 8 de julio del 2016 por FERNANDO LIZAMA-MURPHY

Para los países sudamericanos, recién independizados se hizo imprescindible contar con barcos de guerra que les permitieran conservar la libertad conseguida con tanto esfuerzo. Los españoles no se resignaban a la pérdida de sus colonias y los ingleses y norteamericanos buscaban enclaves desde donde continuar su expansión por el mundo. A esto tenemos que sumar las poco claras fronteras que quedaron establecidas después de la partida de los ibéricos, que dejaron latentes muchos conflictos, obligando a que cada república se armara para defenderse de sus vecinos  y asegurar los territorios que consideraban como propios.

Por otra parte, desde la invención de las calderas a vapor las embarcaciones a vela caían en la obsolescencia, lo que obligó a los gobiernos de los nacientes países a modernizar sus flotas para mantenerlas a la altura de las nuevas tecnologías y enfrentar con esperanzas de éxito a eventuales enemigos.

En función de las riquezas naturales algunos países contaban con más recursos que otros para armarse, aunque ninguno disponía de un caudal tan generoso que no se viese obligado a padecer algunas precariedades o a contraer sustantivas deudas para paliar estos gastos que, hasta hoy, se consideran tan necesarios.

Por otra parte, la inestabilidad política, que se traducía en constantes cambios de gobiernos, guerras civiles o conatos de golpes de Estado, hacía que aquel que tomaba las riendas de una nación quisiese armarse para defenderse de los otros aspirantes al poder.

Los ganadores de todas estas situaciones fueron, como siempre, las grandes potencias industriales, principalmente Inglaterra. En Blackwall, a seis kilómetros de Londres y en los astilleros Wigranm and Sons se construyó, por encargo del gobierno del Perú y financiada con cargo a futuras entregas por los mismos ingleses que explotaban el guano, la fragata Amazonas.

Fue el Mariscal Ramón Castilla, presidente del Perú, quién mandó a poner la quilla y para supervisar el proceso designó al capitán de navío Domingo Valle Riestra, avezado marino.

El barco era mixto, es decir, podía navegar a vela o con su caldera de una hélice, la que le permitía desarrollar una velocidad máxima de 9,5 nudos. Desplazaba 1.320 ton., su eslora, 63 metros, manga 11,6, calado 5 y capacidad para 250 tripulantes. Su poder de fuego inicial, que después fue modificado, consistía en veintiséis cañones de 32 lbs., seis de 68 y uno de 110.

En Sudamérica fue la nave más poderosa de su época. Toda una joya si no fuese porque su entrega se realizó prematuramente, en 1852, sin haber completado el proceso de revisión, lo que costó caro. El gobierno peruano, inmerso en un conflicto interno, exigió a Valle Riestra su pronto regreso con la nave que, según las normas del fabricante, debería haber sido sometida a un período de prueba de tres meses, lo que no se cumplió. Desde un comienzo el barco hizo agua, el eje de la hélice presentaba una leve torsión que se traducía en una pequeña vibración y el mástil mayor se hundía cuando se calentaba demasiado la chimenea.

No obstante, cuando apareció por el Callao a comienzos de 1853, trayendo a bordo a quince cadetes graduados en la Academia Naval de Francia, causó admiración por su línea esbelta y su majestuosidad. Sin embargo, su andar no respondía a lo que se esperaba y tres años después el gobierno decidió repararla. Pero el Callao carecía de un dique capaz de hacerlo y hubo que optar por astilleros extranjeros.

Poco antes, en el plazo de dos años, el Perú había perdido dos naves de guerra ─la Mercedes y el Rímac─, más un importante contingente, en sendos naufragios atribuidos a la poca destreza de los tripulantes. Una de las razones del viaje fue utilizar la nave como crucero de instrucción para los nuevos guardiamarinas y para  jóvenes oficiales.

En parte se optó por la ruta de Oriente para evitar que la Amazonas cayera en manos de la naves españolas, que circulaban por la costa del Pacífico buscando la manera de recuperar algo de lo perdido con la independencia de sus colonias.

Se dice además que para Castilla, siempre temeroso de golpes de Estado, era preferible tener lejos una nave que podía decidir la suerte de una conflagración interna. De hecho, pocos días después del zarpe, el 31 de octubre, estalló una guerra civil contra el Mariscal, comandada por el general Vivanco, que duraría hasta marzo de 1858 cuando el rebelde fue derrotado después de una sangrienta batalla en Arequipa y huyó hacia Chile.

La fragata Amazonas zarpó del Callao el 25 de octubre de 1856 al mando del capitán de navío José Boterín, marino de larga y notable trayectoria en la armada peruana. A bordo viajaban cincuenta entre oficiales y guardiamarinas, ciento setenta marineros, un indeterminado número de extranjeros y sesenta y un soldados. Muchos de los tripulantes pertenecían a la flor y nata de la aristocracia peruana. Incluso uno de ellos, Federico Castilla,  era  hijo del Mariscal.


Su primer destino fue Hong Kong, entonces colonia británica. Pero en medio del Pacífico, cerca de Formosa, los sorprendió una tormenta que duró varios días y que agravó aún más los problemas que presentaba la nave. Para graficar los momentos que se vivieron a bordo durante la tempestad, acudimos a unos párrafos de las cartas que el capitán Boterín envió a su mujer:

"El buque acusa el golpe y se inclina, pero el mar no le da tiempo de reponerse. Tras una ola viene otra y el balanceo de la nave hace que de pronto el mar se vea casi vertical a través de los portalones…"

En otra parte señala:

"La Amazonas es una astilla a merced de los elementos…"

Para complicar más las cosas, arribaron a su destino en medio de la Segunda Guerra del Opio, que enfrentaba a Inglaterra y Francia contra China. Luego de veinte días de infructuosa espera por un dique para poder reparar la nave y cuando la guerra se acercaba con peligro al sitio en el que estaban anclados,  Boterín decidió continuar  su viaje eligiendo como destino Singapur, al que arribó sin novedad. Desde ahí tomó rumbo hacia la India, llegando a Calcuta el 6 de febrero de 1857.

Tres meses estuvo la nave detenida en ese puerto insalubre mientras se le efectuaban las reparaciones. Tres meses que costaron la vida de treinta y ocho tripulantes, entre ellos el médico de a bordo, el doctor Esquivel, a causa del cólera y otras enfermedades tropicales. El capitán Boterín, angustiado, apuraba a los artesanos que reparaban la nave para abandonar lo antes posible ese puerto infernal. Por fin, el 28 de abril, logró zarpar con rumbo a Londres.

Varias tormentas los sorprendieron tras abandonar la India, pero la nave, reparada, resistió bien. Bordeando África, pasando por el cabo de Buena Esperanza, y navegando a vela cuando el tiempo lo permitía, se dirigieron a la isla de Santa Elena, la misma en la que murió Napoleón. Durante este trayecto lamentaron la muerte de otros siete tripulantes. Antes de dirigirse a Inglaterra repusieron vituallas, agua y carbón.

En Londres se hicieron las modificaciones que la nave requería, tanto en estructura como en armamento. Casi cinco meses permaneció en la capital británica, donde se produjo un hecho curioso. Al parecer Castilla, que aún luchaba contra Vivanco en la guerra civil que asolaba al Perú, no confiaba en Boterín y no quiso que fuese él quién llegara al Callao con la nave rearmada. Temía que se aliara al general enemigo, como lo habían hecho otros marinos, incluso Grau, en esa época alférez de fragata, que tomó las armas a favor de los sublevados. Un humillado Boterín fue desembarcado en Londres y sustituido por el segundo de a bordo, Francisco Sanz. La Amazonas, dirigida por este hombre, zarpó rumbo a Río de Janeiro el 28 de enero de 1858.

En el puerto brasilero Sanz fue reemplazado por el capitán de navío Ignacio Mariátegui, marino de toda confianza del Mariscal Castilla. Con él al mando y luego de cruzar el Estrecho de Magallanes, de recalar por suministros en Talcahuano y en Arica, finalmente la fragata Amazonas hizo su entrada triunfal en el Callao el 29 de mayo de 1858.

Había dado la vuelta al mundo, recorrido 41 mil millas náuticas y permaneció fuera de su puerto de origen por 582 días. Por el camino quedaron 28 desertores o desaparecidos y 58 muertos.

La guerra civil había concluido y el Perú vivía un período de paz y progreso. El único incidente destacable fue un problema fronterizo con Ecuador, en 1858, en el que la Amazonas fue enviada a bloquear el puerto de Guayaquil, donde permaneció por nueve meses.

La guerra contra España

Muchos años después, en 1865, las naves españolas incursionaron por América y tomaron las islas Chinchas, grandes productoras de guano, la principal fuente de exportación del Perú. Le exigían al gobierno del Rímac el pago de una indemnización cuantiosa por su devolución. El gobierno chileno apoyó a los peruanos lo que significó, entre otras cosas, que la flota española bombardeara Valparaíso.

Chile y Perú decidieron aliarse para combatir al enemigo y  unieron sus flotas. Los chilenos eligieron Abtao, en la Isla de Chiloé, como apostadero para prepararse para los combates y hacia allá debía encaminarse la escuadra peruana. El 3 de diciembre de 1865 zarparon desde el Callao las fragatas Apurinac y Amazonas. Pero esta nave, ya por descuido, ya por el paso de los años, no era lo que había sido. Su desplazamiento se hizo solo a vela, pues su caldera no funcionaba. Navegando en estas condiciones por los intrincados canales del sur de Chile, el 15 de enero de 1866 varó en Punta Quilque, en el Canal de Chacao. Pese a los esfuerzos, no fue posible reflotarla.

Por paradojas del destino, la nave mandada a construir por el gobierno del Perú para disuadir a los enemigos, jamás entró en combate. Pasó a la historia por otra causa, quizás más valiosa que la guerra. Lo hizo por ser la primera nave de Latinoamérica que dio la vuelta al mundo.

Fernando Lizama Murphy 

Julio 2016.


La información siguiente ha sido tomada de http://www.historic-shipping.co.uk/monwigram/amazonas%2052.html

Built by: Money Wigram & Son's, at Blackwall.
Yard No.
Launched: 5th January 1852
Tonnage: 1,679 42/94
Length: 197 feet
Breadth: 43 feet
Depth: 26.6 feet
Machinery: 300nhp by Penn & Son.
Decks:
Built of: Wood
Type: Frigate.
Registered:
Off Number:
Built for: Peruvian Government.
Other info: Armament = 32 x 32pdrs - 1 pivot gun - 1 x 30pdr on upper deck.
Cost to build £65,000.
History: Built on the model of H.M.S. 'Tribune', corvette.
Authorized by decree of 7th Nov 1850 - Ordered 15th April 1851.
1857/8 Sent across the Pacific to China (Hong Kong) to have her hull repaired. Could not be repaired there because  of 2nd Opium War; sent on to Calcutta; no repairs; on to London (via the Cape) and repaired by Money Wigram -  the repairs work lasted 139 days.
16/28th March 1858. At Plymouth.
7th March 1858. Back in Rio de Janeiro, Peru in after circum-navigating the earth. At blockade of Guayaquil  (Ecuador) with rest of Peruvian fleet(1858/9).
1860 New boiler.
15th January 1866. Went aground on Abtao Point in Abtao Channel (Chilian coast). The allied Peruvian and Chilian  squadrons were at Abtao, were they engaged two Spanish screw frigates. After 'Amazonas' stranded her guns were  removed and used to arm two batteries, one on each side of the entrance of Abtao Channel.

28 de mayo 1974: La Marina de Estados Unidos de Norteamérica transfiere en venta al Perú dos submarinos Tipo Guppy-1 (A), los cuales son denominados BAP Pacocha (SS-48) -Ex USS Atule-  y BAP La Pedrera (SS-49) -Ex USS Sea Poacher-. (El gráfico del Pacocha -que puede ser bajado a sus computadoras y ampliado para poder leer sus textos- es obra de Iván Ciro Palomino Huamaní y ha sido tomado del portal Newspagedesigner - http://newspagedesigner.org/photo/bap-pacocha-caracteristicas  la foto del BAP La Pedrera es de la colección de la US Navy)


28 de mayo 1974: El presidente del Gobierno Revolucionario Juan Velasco Alvarado, refuta las declaraciones del vicealmirante Luis Ernesto Vargas Caballero, ministro de Marina, comandante general de la Marina de Guerra y miembro de la Junta del Gobierno Revolucionario, sobre la propiedad privada y la libertad de expresión. Velasco esgrime el argumento de que el proyecto político de transformación revolucionaria del Perú contenido en el “Plan Inca” habría sido redactado con anterioridad a la toma del poder del Estado, esto es, previo al pacto de constitución del Gobierno del 3 de octubre en el que participaron todas las armas militares. (Notar en la foto de la carátula del folletín Plan Inca que dice: "ELABORADO ANTES DEL 3 DE OCTUBRE DE 1968” y luego LIMA - 1974 - PERÚ. Evidentemente una mentira del tamaño de la Catedral de Lima de los comunistas enquistados en el gobierno de Velazco para poder refutar la valerosa postura del Almirante Vargas)



28 de mayo 2010: Se presenta el primer contingente femenino de Cascos Azules, en la Base de Infantería de Marina en el marco de la ceremonia por el sexagésimo segundo aniversario del inicio de las Operaciones de Paz y el octavo del Día Internacional del Personal de Paz de la ONU, que se conmemora el día 29. 

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