EFEMÉRIDES MARÍTIMAS Y NAVALES
Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente: Cinco siglos del destino marítimo del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016
Efemérides Navales de Hoy 26 de abril
26 de abril 1866: La escuadra española inicia el bloqueo del puerto del Callao. (Al parecer, me adelanto un poco al combate del 2 de Mayo con el relato que sigue, pero en realidad este relato no describe el combate en si, sino los preparativos de ambos lados y las fuerzas que se enfrentaron - Como vemos el aviso de Méndez Nuñez de dar un plazo de 4 días para evacuar la ciudad fue muy bien aprovechado por nuestro lado que hizo todo lo necesario para defender el puerto y el honor del Perú, a diferencia de lo que había sucedido días antes en Valparaíso en que la escuadra española hizo el bombardeo al puerto y ciudad sin oposición)
Combate del Callao
La escuadra llegó a la isla San Lorenzo, frente a las costas del Callao, el 26 de abril de 1866. Al día siguiente, Méndez Núñez anunció al cuerpo diplomático acreditado en Lima que daría un plazo de cuatro días para la evacuación de la ciudad antes del bombardeo. Este lapso de tiempo fue aprovechado por las autoridades peruanas para ultimar la organización de las defensas de la ciudad y de los cuerpos auxiliares, como las brigadas de bomberos formadas por extranjeros residentes en el Callao.
La escuadra española del Pacífico estaba compuesta el día del combate por una fragata blindada (la Numancia), cinco fragatas de hélice (Blanca, Resolución, Berenguela, Villa de Madrid y Almansa) esta última unidad enviada para reforzar la escuadra de Méndez Núñez junto con el transporte artillado Consuelo arribando al escenario de guerra el 15 de marzo; una corbeta de hélice (la Vencedora) y siete buques auxiliares (los vapores de transporte Marqués de la Victoria, Paquete del Maule, Uncle Sam y Matías Cousiño y los transportes a vela Mataura, María y Lotta and Mary). La escuadra contaba en total con 272 cañones: 270 montados en los buques de guerra y en sus embarcaciones menores y 2 en el Marqués de la Victoria.
En el combate participaron únicamente los buques de guerra, quedando el resto como buques auxiliares en tareas de socorro o de alojamiento para los refugiados españoles huidos del Callao. De los 270 cañones de la escuadra, hay que descontar la mayor parte de los cañones de las embarcaciones menores, que no participaron, y los 2 inservibles de la Villa de Madrid, que habían explosionado en el transcurso del combate de Abtao. Aunque todos los estudiosos de este combate (Iriondo, Novo y Colson, Romero Pintado…) coinciden en hablar de 245 cañones, José Ramón García Martínez en su obra El Combate Del 2 de mayo de 1866 En El Callao: Resultados y conclusiones concluye que, aparte de las 245 piezas mayores que montaba la escuadra, está documentado el uso de otras 7 piezas menores. Así que por parte española participaron un total 252 cañones, la mayor parte (126 piezas) de 68 lb (200 mm).
La defensa del Callao consistía en una serie de baterías que se habían emplazado al norte y sur de la población y en el muelle, en tanto que buques de guerra (los monitores Loa y Victoria y los vapores Tumbes, Sachaca y Colón) se situaron en el centro, a las órdenes del capitán de navío Lizardo Montero Flores.
La comandancia general de baterías del norte la tenía el coronel José Joaquín Inclán; en las defensas de este sector sobresalía la Torre Junín, y el fuerte Ayacucho colocado cerca de la estación del ferrocarril. En el sector sur, al mando del general Manuel González de la Cotera, las principales defensas eran el fuerte Santa Rosa y la Torre La Merced.
Contabilizaban un total de 69 cañones, 56 en las baterías y 13 en los buques de guerra. De este total, pueden obviarse los 6 cañones de la batería Zepita, pues no participaron en el combate por estar orientados a la Mar Brava. De estas 63 piezas de artillería cabe destacar los llamados “cañones monstruosos”: 4 Armstrong de 300 lb y 5 Blakely de 500 lb. También se colocaron una serie de torpedos fijos (minas) delante de las baterías de la zona sur, seis canoas-torpedo en la zona norte y un torpedo de botalón sujeto al vapor Tumbes, atracado en el muelle.
El general Juan Buendía estaba al mando de los batallones de infantería y caballería situados a lo largo de la línea del frente, tras las baterías, que tenían la misión de repeler el ataque en caso de que se produjera un desembarco español lo que, sin embargo, nunca estuvo en los planes de la escuadra atacante.
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