Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente: Cinco
siglos del destino marítimo del Perú, de Esperanza Navarro Pantac:
Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016
Efemérides Navales de Hoy 26 setiembre
27 de agosto 1872: Un nuevo incendio en Iquitos vuelve a destruir las oficinas de la Comandancia General, Mayoría de Órdenes, Capitanía de Puerto, y el Cuartel General de Marina.
El incendio de cada día (tomado del diario Pro & Contra: proycontra.com.pe)
El primer incendio que afectó al calenturiento Iquitos fue algo patriótico, desfilante, embanderado. Sucedió un 28 de Julio y las llamas consumieron una manzana o cuatro calles de ese entonces. Era el año de 1865 y otras cosas también se achicharraron sin salvación posible. Gracias al vacilón bastante pueril de reventar en cualquier parte cohetes, buscapiés y bombardas, como ahora. La frustrada fiesta emancipadora de entonces dejó un saldo de pérdidas de 50 mil pesos. Una fortuna para la época. Desde entonces el incendio se volvió intrépido, devastador y siempre contra los grandes feriados, como si gozara oponiéndose al populoso festejo.
Lo interesante de las inaugurales llamas en una urbe ardiente fue que no se pensó en apagar el fuego. Se atendió a las víctimas y se soñó con calaminas y ladrillos para cambiar el patrón de la madera y el techo de palma. Es decir, se creyó con torpeza que el fuego se detenía ante una pared de material noble. Ese error lo pagamos hasta el día de hoy. Porque se perdió tiempo en otra cosa, lejos de pensar en la figura del bombero. Años y años demoró ese personaje para asentarse en la tórrida urbe. Los primeros bomberos fueron miembros del glorioso Ejército y fue la arena –no el agua- el primer elemento que apagaba el fuego. Otro error. No se pensó inicialmente en usar una de las mayores riquezas circundantes.
El bingo de hace poco, para que los actuales bomberos compren una unidad importante, revela que el incendio siegue siendo una calamidad más atroz de lo que parece. El incendio sigue siendo ocupación de los pobres bomberos no de la sociedad, salvo una que otra iniciativa a través de esta penosa historia de llamas que no tiene cuando acabar. En ese contexto de equívocos, incompetencias y burradas también tiene que verse el siniestro de ayer en la calle Putumayo. Así las cosas, la única salida es que los bomberos construyan su propio río para poder usar sus mangueras a la hora de la verdad.
Comandancia General de Operaciones de la Amazonia y Quinta Zona Naval (Tomado de marina.mil.pe)
La historia de nuestro oriente amazónico tiene estrecha relación con el descubrimiento del río Amazonas el 12 de febrero de 1542, cuando la expedición de Gonzalo Pizarro salió del Cusco a Quito y Francisco de Orellana navegó por primera vez en sus aguas, enfrentando en su periplo a las coñiapuyaras o grandes señoras, las aguerridas amazonas. El 26 de agosto de 1542 emprendió Orellana viaje a Europa a bordo de los bergantines San Pedro y el Victoria, construido este último en pleno viaje al mítico País de la Canela. El rey de España concedería a su descubridor la gobernación de Nueva Andalucía como se denominó históricamente a la Amazonía.
La Amazonía, vasta área geográfica de excepcionales características ecológicas, con 60 mil kilómetros de ríos navegables, ingentes recursos naturales y fabulosa riqueza forestal, casi desconocida durante el virreinato. En el año 1827 un informe del oficial de la marina británica Henry Lester Maw da cuenta de un viaje del Pacífico hacia el Atlántico. Es en el año 1832, que Sebastián Martins, Presidente de la Junta Departamental de Junín, presentó al gobierno de navegación del río Huallaga, para establecer un astillero en lugar cercano a la confluencia de los ríos Ucayali con Marañón. Pero fue Ramón Castilla quien el 20 de abril de 1845 ordenó importantes exploraciones en la Amazonía en las que intervino el comandante Francisco Carrasco, personaje notable de la historia de la Marina Fluvial Peruana, este oficial de marina integró con el francés Francis de Castelnau en 1846 una expedición compuesta por 4 canoas y 2 balsas, era la clarinada de la gesta emprendida por la Marina de Guerra en la incorporación del oriente amazónico al Perú.
El 7 de enero de 1861, el Mariscal Ramón Castilla, en su segundo gobierno, dispuso que en la provincia litoral de Loreto se estableciera una factoría, una grada de construcción, una escuela náutica y después un dique y una fábrica de ladrillos. Castilla también ordenó que se construyeran en Londres dos vapores de 300 y 15 toneladas, una máquina de vapor para la factoría y dos vapores de menor tamaño. En la misma fecha quedó constituido el Departamento Marítimo Militar de Loreto a cargo de un Comandante General, con residencia fija en la zona. Dice el comandante Fernando Romero Pintado en su libro Iquitos y la Fuerza Naval de la Amazonía lo siguiente: se entregó a un cuerpo de las fuerzas armadas la gran responsabilidad y la dura tarea de conducir al fomento y engrandecimiento a la región más grande y atrasada del Perú.
El contralmirante Ignacio Mariátegui Tellería fue nombrado Comandante General, entretanto, los capitanes de fragata Federico Alzamora, Manuel Ferreyros y, el capitán de corbeta Abel Raygada fueron comisionados a Londres, para inspeccionar y comandar, los vapores Morona y Pastaza de 500 toneladas de registro cada uno y una capacidad de carga de 150 toneladas, el astillero británico Samuda Hermanos. En este mismo astillero se erigieron en gradas los pequeños buques Napo y Putumayo de 60 toneladas de registro, los cuales fueron enfardelados y marcados en piezas para transportarlos a bordo del buque Arica hasta el Amazonas. Samuda Hermanos también se comprometió a construir un dique flotante de fierro con una capacidad de levante de 500 toneladas. El material correspondiente a la Factoría Naval fue transportado por el flamante bergantín Próspero.
El 5 de enero de 1864 ha quedado establecida como fecha fundacional el establecimiento naval de Iquitos, lo que tiene entrañable relación con el esfuerzo de la Marina de Guerra y que halla hoy continuidad histórica en sus hombres y mujeres, y en las obras que realiza la Institución en esta región de la patria.
El sabio italiano Antonio Raimondi expresó en 1869: Iquitos, que fue una miserable ranchería de indígenas hace seis años, hoy es una población floreciente y llena de vida. He aquí uno de los milagros que hace el vapor. Quien haya conocido Iquitos en el año 1862 lo desconocería hoy día. En donde existieron unos pocos ranchos, la mayor parte hechos con simples palizadas, hoy se observa casas cómodas y aseadas. Tenemos la respuesta: la Marina lo hizo.
La crisis fiscal que precedió a la Guerra del 79 afectó el funcionamiento del Apostadero Naval; antes, el 27 de agosto del año 1872, un grave incendio en Iquitos afectó gran parte de la ciudad y propiedades de la Marina. En setiembre de 1877 el Apostadero Naval colapsó.
El hecho tuvo raíces en el desbarajuste administrativo del país, pero Loreto sobrevive y alcanza una fugaz prosperidad debido a la explotación del caucho, que se derrumba en 1914, cuando el caucho asiático nacido de plantones y semillas peruanos lo reemplazó en los mercados europeos.
El 24 de febrero de 1886, el gobierno requiere de un informe sobre el Departamento Fluvial de Loreto, la Junta es dirigida por el capitán de navío Federico Alzamora, dos años después se ordena por Resolución Suprema contratar en Inglaterra la construcción de dos vapores, el sentir popular loretano sugiere los nombres Távara y West, alféreces pioneros en la presencia de la Marina en la amazonía, mártires navales muertos el 14 de agosto de 1866 en la odisea amazónica. En 1894 arribó la lancha Cahuapanas de construcción francesa y, en 1895 la lancha América (la primera de este nombre, pues la América inmortalizada en 1911 llegó a Iquitos el 11 de mayo de 1905). La lancha Amazonas se incorporó a la flotilla en 1897.
El año 1900 la Factoría Naval figuraba arrendada por el Estado a un contratista civil, el alférez de fragata Oscar Mavila Ruiz, quien tuviera 4 años después relevante actuación cuando en las acciones de Angoteros (28 de junio de 1903) y Torres Causano (28 de julio de 1904), expresaba por entonces: “Todas ellas (las lanchas Cahuapanas, Amazonas, Francisco Pizarro, Iquitos y Urubamba) que el gobierno tiene para su servicio en los ríos del Oriente son de pésimas condiciones marineras y ninguna militar […] el primer paso que debe darse es rematar todo el material existente y adquirir lanchas aparentes para el resguardo de nuestra soberanía en esa sección de territorio”.
Los marinos persistieron con patriótico empeño en lo suyo, el teniente segundo Germán Stiglich Álvarez realizó importantísimas exploraciones en los ríos Pachitea, Ucayali, Amazonas, Serjalí, Misahua, Pichis, Urubamba, Manú, Inambari, Tambopata, etc., debe destacarse un episodio en las exploraciones del notable Stiglich cuando expresa que cruzó el istmo de Fitzcarrald arrastrando una canoa de 11 metros de eslora y una tonelada de peso. El buque hidrográfico de la Marina en la Amazonía lleva su nombre.
El 10 de julio de 1911 y hasta el 13 del mismo mes, se dio el combate de La Pedrera sobre el río Caquetá, cuya margen derecha había sido ocupada por soldados colombianos. En esta victoriosa acción sobresalió el Teniente Primero Manuel Clavero.
El año 1924 se creó la Base Fluvial e Hidroaviación de Itaya con lo que se inició también una etapa que puede considerarse heredera de la Factoría Naval de Iquitos y precedente del Servicio Industrial pues se realizaban también reparaciones a nuestras unidades fluviales y se contaba con talleres especializados.
El año 1950 se estableció la Base Naval de Santa Clotilde sobre la margen izquierda del río Nanay, gobernaba el país el Presidente Manuel A. Odría y era Ministro de Marina el contralmirante Roque A. Saldías, se daba así continuidad a la obra emprendida el año 1924.
La Comandancia General de Operaciones de la Amazonía, establecida en la Quinta Zona Naval, cumple hoy su misión a través de la Comandancia de la Flotilla de Unidades Fluviales, el Batallón de Infantería de Selva N° 1, el Grupo de Operaciones Especiales Nor Oriente y el Escuadrón Aeronaval de la Amazonía, los cuales resguardan permanentemente los intereses fluviales y estratégicos de nuestra Amazonía, demostrando su alto grado de alistamiento y operatividad, llevando el mensaje de paz y desarrollo, ejerciendo control del tráfico fluvial y custodiando la soberanía por intermedio de las cañoneras, los Destacamentos Navales y helicópteros de transporte logístico.
El Batallón de Infantería de Selva N°1. integrado por hombres de férrea disciplina que los hace capaces de operar en todo tipo de terreno y, por ende, en la Amazonía, ejerce su presencia disuasiva en los ríos Putumayo y Amazonas, a través de los destacamentos navales fronterizos de Gueppi, Estrecho, Santa Rosa y Chimbote, los cuales cuentan en sus instalaciones con todas las comodidades a fin de que puedan cumplir con su misión que es fortalecer el control de tráfico fluvial e impedir y combatir el accionar de elementos armados del narcoterrorismo en nuestra frontera con Colombia.
Dentro de la dinámica de la Fuerza Naval de la Amazonía está el trabajo realizado por el Servicio de Hidrografía y Navegación de la Amazonía, vinculado a las ciencias del ambiente en el ámbito fluvial amazónico, realizando estudios hidrográficos en los ríos navegables, levantando y difundiendo cartas y desarrollando la señalización náutica.
La función de vigilancia y seguridad de la vida humana en los ríos es intensa y está bajo la responsabilidad de la Capitanía de Puerto de Iquitos, dependencia que ejerce funciones de Policía Fluvial, controlando y protegiendo los recursos y riquezas naturales, así como toda actividad que se desarrolle en el ámbito fluvial.
Las acciones desarrolladas para combatir el narcotráfico en la región se han potenciado con la creación de la Escuela de Operaciones Ribereñas, a cargo de la Dirección General de Capitanías y Guardacostas, que cuenta desde el año 1998 con una moderna infraestructura, donde se capacita el personal naval y de otras instituciones militares en operaciones y soporte logístico para la lucha contra el tráfico ilícito de drogas en zonas ribereñas.
La colectividad de Iquitos, y de todo el Oriente Peruano, resalta la labor que la Institución realiza a través de la Acción Cívica, la cual se efectúa por los ríos, a bordo del Buque Hospital BAP Morona y las Cañoneras Ucayali, Amazonas, Marañón y Loreto, llevando mensaje de peruanidad, brindando atención médica, entregando víveres y medicinas, aportando conocimientos para el mejor empleo de las potencialidades de la selva. Se ejecutan igualmente actividades que constituyen efectos multiplicadores para el desarrollo y que se traducen en la capacitación del poblador que trabaja en los diversos órganos de la Marina, tales como en los modernos talleres del Servicio Industrial de la Marina - Iquitos, Complejo Industrial -reinaugurado el viernes 5 de mayo 2006- está dedicado a la construcción y reparación naval, que ha cobrado gran relevancia en los últimos años por la ejecución de obras civiles, mantenimiento industrial y metalmecánica, convirtiéndose en un centro estratégico y de grandes perspectivas para el desarrollo sostenido de la región y por ende, de la nación.