Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente: Cinco
siglos del destino marítimo del Perú, de Esperanza Navarro Pantac:
Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016
Efemérides Navales de Hoy 17 de Febrero
17 de febrero 1649: El conde de Salvatierra, por bando ordena que todos los portugueses dueños de bajeles que naveguen por aguas del Pacífico, los vendan en el término de tres meses, bajo pena de incautación, so pena del pago de 2 000 pesos a quien preste su nombre para tal actividad.
17 de febrero 1824: La fragata Protector, con el comandante general de la Escuadra a bordo, Guise, hace su ingreso a la rada del Callao, plaza en poder de los realistas. Guise oficia al comandante en jefe de las Tropas del Río de la Plata en el castillo de la Independencia (Real Felipe), tratando de convencer a los sublevados que regresen a la obediencia de la República.
17 de febrero 1850: Nace en Tarma el capitán de fragata José Gálvez Moreno, héroe de la Guerra con Chile.
Fue hijo del ilustre celendino José Gálvez Egúsquiza (político y héroe del combate del Dos de Mayo del Callao) y de la matrona tarmeña Ángela Moreno y Maíz. Tras cursar estudios en el Colegio Guadalupe, ingresó a la Escuela Naval y se recibió de guardiamarina en 1865. Presto servicio en la fragata América y luego en la fragata Apurímac, a bordo de la cual luchó en el combate de Abtao, siendo promovido a alférez de fragata en abril de 1866. Después del combate del 2 de mayo, asistió al reconocimiento de los restos de su padre, logrando identificarlos. Poco después dejó el servicio y pasó a estudiar en el extranjero. Se reincorporó en octubre de 1870 y completó sus estudios en la Escuela Naval. En junio de 1871 pasó a servir en la corbeta Unión. En octubre de 1872 viajó a Inglaterra como miembro de la comisión encargada de supervisar la construcción de las cañoneras Chanchamayo y Pilcomayo. Debido a la crisis que atravesaba por entonces la marina peruana, Gálvez ofreció sus servicios a la Armada Británica y fue aceptado. Intervino en numerosas acciones bélicas, en las que se distinguió. Pero solicitó su baja al iniciarse la Guerra del Pacífico y volvió al Perú, reincorporándose a la marina peruana. Formó parte de la dotación del monitor Atahualpa en la que tuvo destacada actuación en la defensa del puerto del Callao.
Cuando el presidente Mariano Ignacio Prado viajó a bordo del Paita en diciembre de 1879 con rumbo a Estados Unidos y Europa, para gestionar la remisión de armamentos, José Gálvez Moreno lo acompañó, conjuntamente con Jorge Tezanos Pinto y Celso Zuleta, pero al llegar a Nueva York se enteraron que el presidente había sido depuesto por la revolución de Nicolás de Piérola. Gálvez permaneció dos meses en Estados Unidos en comisión de servicio, y al retornar al Perú se embarcó nuevamente en el monitor Atahualpa, por disposición superior del 14 de marzo de 1880, a órdenes del comandante Juan José Raygada.
Cuando el presidente Mariano Ignacio Prado viajó a bordo del Paita en diciembre de 1879 con rumbo a Estados Unidos y Europa, para gestionar la remisión de armamentos, José Gálvez Moreno lo acompañó, conjuntamente con Jorge Tezanos Pinto y Celso Zuleta, pero al llegar a Nueva York se enteraron que el presidente había sido depuesto por la revolución de Nicolás de Piérola. Gálvez permaneció dos meses en Estados Unidos en comisión de servicio, y al retornar al Perú se embarcó nuevamente en el monitor Atahualpa, por disposición superior del 14 de marzo de 1880, a órdenes del comandante Juan José Raygada.
Al aparecer la escuadra chilena en el Callao, desde el 10 de abril de 1880, el puerto quedó bloqueado, la plaza cortada en sus comunicaciones por la vía marítima, y sometida esta parte del litoral a la vigilancia enemiga. Al iniciarse los bombardeos el 22 de abril, José Gálvez participó activamente en la defensa. En la noche del 24 de mayo, fue destinado al servicio de ronda en la rada del Callao, a bordo de la lancha Independencia. Después de tres horas de patrullaje, cuando regresaba a su base, a las dos de la madrugada del día 25, trabó combate con las lanchas chilenas Guacolda y Janequeo. En estas circunstancias, el cañón de la Independencia se descompuso y la ametralladora se averió. La Independencia llevaba un torpedo de 100 libras de pólvora. En un instante el practicante de medicina Manuel S. Ugarte (Segundo al mando) aprovechando la agilidad y fortaleza que el deporte le había dado, cargó y lanzó el artefacto a la cubierta de la embarcación enemiga no sin antes haberlo encendido tras cortar la mecha con la ayuda del cabo Emilio San Martín; luego Gálvez de acuerdo a lo simultáneamente convenido hizo fuego sobre el torpedo, consiguiendo que estallara al segundo disparo. Como resultado, la Janequeo se hundió y la Independencia zozobró. Ugarte y San Martín (más próximos al estallido) murieron en el acto, mientras que a Gálvez la explosión le alcanzó en el aire y lo empujó al mar, siendo rescatado por el marinero Pedro Villanueva, que lo mantuvo a flote. Poco después llegó la otra embarcación chilena, la Guacolda, que recogió a los sobrevivientes.
Gálvez resultó gravemente herido y fue llevado a la cubierta del acorazado Blanco Encalada. Tenía el rostro y las manos quemadas, sin cabellos, la nariz y la clavícula rotas, y un fierro atravesado en el brazo. También sufría de ceguera temporal. Al saberse que se trataba del hijo del héroe del 2 de mayo, los chilenos no quisieron que muriera a bordo del buque insignia de la armada chilena, y lo devolvieron al Callao, canjeándolo por un prisionero chileno.
Pero Gálvez se recuperó tras largo y cuidadoso tratamiento y por Decreto Supremo del 28 de mayo de 1880, suscrito por Nicolás de Piérola, se le otorgó la Cruz de Acero de segunda clase. Siguió luchando contra el invasor junto al general Andrés Avelino Cáceres en la Campaña de la Breña, formando parte de la famosa “ayudantina” o grupo de jóvenes oficiales que oficiaban de ayudantes del “Brujo de los Andes”. En 1882 fue ascendido a capitán de corbeta.
Finalizada la guerra, Gálvez continuó actuando en la Marina de Guerra del Perú, alcanzando la clase de capitán de fragata en 1885. Estuvo nuevamente bajo las órdenes de Cáceres, esta vez durante la campaña constitucional de 1885 contra Miguel Iglesias, y se destacó en otra hazaña: encabezando a un puñado de jóvenes valientes se apoderó de una locomotora y diez vagones cargados de armas, municiones y víveres, en aldea de Chicla (25 de noviembre de 1885). En dicho capturado transporte, Cáceres marchó con sus tropas a Lima y derrocó a Iglesias.
Gálvez desempeñó también la Subprefectura e Intendencia de Policía de Lima y fue elegido diputado por la provincia de Hualgayoc.
Se suicidó en una de las salas del Club de la Unión, dejando una viuda (Enriqueta Evens Evens, de nacionalidad británica) y cinco hijos.
Gálvez resultó gravemente herido y fue llevado a la cubierta del acorazado Blanco Encalada. Tenía el rostro y las manos quemadas, sin cabellos, la nariz y la clavícula rotas, y un fierro atravesado en el brazo. También sufría de ceguera temporal. Al saberse que se trataba del hijo del héroe del 2 de mayo, los chilenos no quisieron que muriera a bordo del buque insignia de la armada chilena, y lo devolvieron al Callao, canjeándolo por un prisionero chileno.
Pero Gálvez se recuperó tras largo y cuidadoso tratamiento y por Decreto Supremo del 28 de mayo de 1880, suscrito por Nicolás de Piérola, se le otorgó la Cruz de Acero de segunda clase. Siguió luchando contra el invasor junto al general Andrés Avelino Cáceres en la Campaña de la Breña, formando parte de la famosa “ayudantina” o grupo de jóvenes oficiales que oficiaban de ayudantes del “Brujo de los Andes”. En 1882 fue ascendido a capitán de corbeta.
Finalizada la guerra, Gálvez continuó actuando en la Marina de Guerra del Perú, alcanzando la clase de capitán de fragata en 1885. Estuvo nuevamente bajo las órdenes de Cáceres, esta vez durante la campaña constitucional de 1885 contra Miguel Iglesias, y se destacó en otra hazaña: encabezando a un puñado de jóvenes valientes se apoderó de una locomotora y diez vagones cargados de armas, municiones y víveres, en aldea de Chicla (25 de noviembre de 1885). En dicho capturado transporte, Cáceres marchó con sus tropas a Lima y derrocó a Iglesias.
Gálvez desempeñó también la Subprefectura e Intendencia de Policía de Lima y fue elegido diputado por la provincia de Hualgayoc.
Se suicidó en una de las salas del Club de la Unión, dejando una viuda (Enriqueta Evens Evens, de nacionalidad británica) y cinco hijos.
17 de febrero 1874: Arriba al Callao la barca Nereyda en tornaviaje del crucero de instrucción.
17 de febrero de 1911: Nace en Ayacucho el distinguido marino contralmirante Federico Salmón de la Jara.
17 de febrero 1954: Conduciendo los restos del prócer Simón Rodríguez, zarpa la fragata Palacios con destino al puerto de La Guaira, Venezuela.
17 de febrero 1961: Por decreto Legislativo N°13522 los restos mortales de quien fuera combatiente en Angamos, con contralmirante Manuel Elías Bonnemaison Torres, reposarán en la Cripta de los Héroes.
17 de febrero 1966: Con la presencia del presidente de la República Fernando Belaunde Terry, se realiza la ceremonia de incorporación del petrolero BAP Lobitos a la Flotilla de Auxiliares de la Armada. La nave ha sido construida en el Servicio Industrial de la Marina, Callao. (En las fotos, el LOBITOS aparece efectuando transferencia de petróleo en la mar simultáneamente al destructor Myles C. For (DD-829) y a la Fragata Misilera Harry E. Yarnell (DLG-17). En la segunda foto se puede apreciar al BAP Almirante Grau (CL-81))
17 de febrero 1995: En un amplio despliegue por el destacamento de El Salto en Tumbes y luego por la Estación Naval de Paita, el comandante general de la Marina, almirante Alfredo Arnaiz Ambrossiani, acompañado del vicealmirante José Teixeira Rivarola, el comandante general de Zonas Navales, vicealmirante Enrique Salmón Navea y el inspector general de Marina, vicealmirante Moisés Woll Torres, verifica in situ las condiciones del personal destacado en la frontera norte.
17 de febrero 2014: Hasta el día 18, se reúnen las delegaciones técnicas de Perú y Chile en la sede del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico en Valparaíso, dando comienzo a los trabajos para la delimitación marítima.
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