Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente: Cinco
siglos del destino marítimo del Perú, de Esperanza Navarro Pantac:
Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016
Efemérides Navales de Hoy 03 de abril
3 de abril 1823: Nace en Lambayeque el capitán de navío Juan Manuel Fanning García. En su dilatada carrera navega en los ríos de la selva y, cuando la Guerra con Chile, es uno de los jefes que defienden el Morro de Arica. Nombrado jefe del batallón Guarnición de Marina, fallece en la batalla de Miraflores.(La foto composición muestra la foto de CdeN Juan Fanning, tomada por Garreaud, y el reverso de la misma. Esta foto es propiedad del IEHMP. El año indica que fue añadida a la colección Silva Santisteban en 1890)
3 de abril 1857: A las 7:30 a.m. el Loa deja la bahía del Callao rumbo al norte y en alta mar se atraviesa hacia el sur. El contralmirante Bruce manifiesta que queda detenido el Tumbes en rehén, como prenda hasta la restitución de los valores que se tomó del New Granada, y se dé satisfacción por la injuria que se había inferido al pabellón británico. (A continuación se presenta el relato del servicio de la goleta LOA. Es algo largo pero interesante porque detalla la inútil pérdida de vidas y recursos, la confusión y la división creados en nuestro país cuando los intereses personales y políticos, mas el afán de poder, son puestos antes del Interés Nacional. Pareciera que los peruanos, y en especial los políticos, no aprendemos del pasado porque no nos tomamos el tiempo para conocerlo)
GOLETA LOA
La Loa fue una goleta a vapor de la Marina de Guerra del Perú mandada a construir en 1854 al Reino Unido junto a la fragata Apurímac y al Tumbes porque habían llegado a las costas del Pacífico poderosos buques de Europa: la británica HMS Monarch, artillada con 34 cañones y la fragata francesa Perseverante, de 50 cañones. La intención era que el Perú fuese la mayor potencia marítima del Pacífico. Su construcción fue supervisada por el CdeN José María Salcedo. Llegó al Callao el 12 de noviembre de 1855.
El 31 de octubre de 1856 se inició el levantamiento conservador en Arequipa contra el gobierno del Mariscal Ramón Castilla, con un movimiento popular encabezado por Domingo Camino y Diego Masías y Llosa, que dos años antes habían apoyado la rebelión contra Echenique. Ellos invitaron a Manuel Ignacio de Vivanco, que había regresado de su exilio en Chile, a liderar el movimiento. En pocos días se armaron 500 hombres. El gobierno envío a Arica a la Loa y al Ucayali que desembarcaron 2 escuadrones de cazadores a caballo y medio batallón de infantería, tomando a su vez a presos políticos acusados de conspirar en Arica, encarcelándolos en los pontones Highlander y Caupolicán. También llegó el gran mariscal Miguel de San Román a tomar el mando de las fuerzas e intimó la rendición de Arequipa el 16 de noviembre.
Luego la LOA se dirigió a Islay, transportando al mariscal Miguel de San Román, mientras el Ucayali regresó al Callao.
El 16 de noviembre, la fragata Apurímac, anclada en Arica, fue sublevada por dos jóvenes oficiales a favor de Vivanco. Estos fueron el Teniente segundo Lizardo Montero y el Alférez de fragata Miguel Grau, que aprovecharon que el comandante de la nave, CdeN José María Salcedo estaba en tierra en la casa del consúl inglés. El primer acto de los marinos rebeldes fue liberar los presos políticos que Castilla retenía en los pontones Caupolicán y Highlander en Arica.
La Apurímac marchó al norte arribando a Islay el 18 de noviembre de 1856. El teniente primero Hercilio Cabieses abordó la fragata y quedó hecho prisionero, porque su dotación se había sublevado a favor de Manuel Ignacio de Vivanco; luego la abordó el teniente primero Gaspar Selaya, siendo también prisionero; finalmente, el teniente segundo Mariano Melgar sublevó el Loa con toda la tripulación, menos tres oficiales que fueron enviados al Callao. En ese momento, el Loa tenía en cofres 60 mil pesos para los gastos de guerra, que pasó a manos de los rebeldes. El contador del Loa, Ricardo Palma, también se unió a la rebelión.
El capitán del puerto de Islay, Emilio Días Seminario, se pasó al bando rebelde. En Islay estaba San Román con los generales Diez Canseco y Lerzundi además de 180 gendarmes, y se retiraron hacia Tacna, pero el 19 se encontraron al coronel rebelde Brousset que con sólo 20 jinetes y 15 infantes los dispersó y San Román huyo sólo hacia Puno.
Castilla declaró a los buques piratas para que cualquier escuadra extranjera (francesa o inglesa) pudiera atacarlos y se formó una división naval al mando del capitán de navío Ignacio Mariátegui conformada por el Tumbes y el Ucayali para recuperar al Apurímac. Pero en altamar se sublevó la Tumbes (27 de noviembre) con su comandante, el capitán de corbeta Federico Alzamora y desembarcó a las fuerzas de abordaje que estaban al mando del coronel Mariano Ignacio Prado en las Islas de Chincha. Se nombró al contraalmirante Domingo Valle Riestra como Comandante General de la escuadra rebelde, que contaba con 78 oficiales, entre ellos cinco capitanes de navío; era una sublevación general de la Marina. También se nombró a Ricardo Palma como contador general de la armada rebelde. Como la fragata Amazonas estaba viajando a Hong Kong, el gobierno de Castilla sólo se quedó con el vapor Ucayali.
La Apurímac y la Loa atacaron Arica el 27 de noviembre, pues la guarnición gobiernista, compuesta de 100 hombres, se negaba a proporcionarle víveres. Tomaron el puerto causando 18 muertos, pero luego de aprovisionarse, se retiraron.
La flota rebelde tomó las Islas de Chincha el 28 de diciembre, donde también capturaron el vapor Izcuchaca y comenzaron a vender guano, lo que financió la sublevación, aunque no se interrumpió los contratos que el gobierno tenía con comerciantes franceses, ingleses y norteamericanos. Los rebeldes vendieron guano a comerciantes de Valparaíso amigos de Vivanco. La Convención declaró ese acto como robo de la propiedad nacional y criminales a los que comerciaran con ellos, además que facultó al Ejecutivo para que tratara con los diplomáticos de Gran Bretaña y de Francia para que prestaran su concurso en caso necesario sobre la custodia del guano de las islas. Con el dinero del guano los rebeldes compraron en Chile armas y dos vapores: el Vulcan, al que llamaron Arauco, y el Peytona, rebautizado como Lambayeque.
Vivanco, tras tomar Moquegua, decidió hacer una campaña al norte del Perú, llamado la campaña de Piura en donde esperaba obetener el apoyo de los hacendados descontentos por la abolición de la esclavitud. En efecto, el 12 de diciembre de 1856, Piura se declaraba a favor de Vivanco y al día siguiente, Paita. Castilla previamente había mandado al vapor Ucayali al norte, transportando una división al mando del general Layseca, que desembarcó en Pacasmayo el 17 de diciembre. En esas tropas estaba el teniente coronel Francisco Bolognesi.
Se embarcaron 1000 hombres en la Loa y la Tumbes, que junto con la Apurímac, empezaron a bloquear al Callao desde el 31 de diciembre de 1856. El Callao estaba defendido por viejos cañones y los cañones de la Amazonas: 14 cañones de 32 libras, 6 de 68 libras y uno de 110 libras. Vivanco esperaba una sublevación en el Callao que debía empezar ese día, pero esta nunca se produjo, más bien llegó Castilla a las once de ese día con fuerzas de Chorrillos y Lima.
El 1 de enero de 1857, dos lanchas destacadas de la Apurímac tomaron la barca Catalina Hayes pero fracasaron en su intento de capturar la barca Teresa Terry debido al fuego de fusilería proveniente del Ucayali.
El gobierno de Ramón Castilla puso el 3 de enero de 1857 una recompensa de 80 mil pesos a las personas que restituyan al gobierno la goleta LOA.
Desde el 8 de enero, la Apurímac bloqueó sola el Callao e intentó el 29 tomar el Ucayali, pero este fue bien defendido por Mariátegui y los cañones del puerto. Está última acción le valió a Mariátegui ascender a Contraalmirante.
La Loa desembarcó en Supe a 400 hombres al mando del coronel Morote, pero ya los vivanquistas de la zona habían retrocedido de Chancay a Pativilca, debido a que fuerza del gobierno los habían derrotado en combate y capturado a 24 de ellos. La Tumbes desembarcó a Vivanco en Casma y él estableció su cuartel general en Nepeña y mandaba al gran mariscal Antonio Gutiérrez de La Fuente a ocupar Trujillo, donde llegó el 29 de enero. Previamente, los insurrectos de Trujillo habían sido derrotados y desbandados en un combate. Al mismo tiempo, el general José Bustamante, sublevaba Ayacucho a favor de Vivanco. Otra expedición despachada por Vivanco al callejón de Huaylas ocupó Carhuaz, pero fue derrotada en su avance sobre Huaraz. Piura era ocupada por tropas vivanquistas al mando del coronel Manuel González de La Cotera.
Castilla tuvo que afrontar también la renuncia de tres de sus ministros debido a que estos tenían medidas más concilatorias con los rebeldes, pero el centro del país quedó pacificado con una expedición que dirigió el general Pedro Diez Canseco que derrotó a los rebeldes en Huanta (22 de marzo). También las tropas de Layseca reocuparon Trujillo y Vivanco estableció su nuevo cuartel en Chiclayo.
El contraalmirante Mariátegui, al mando del vapor Ucayali, salió del Callao en la noche del 18 de marzo, franqueando a la Apurímac, para sorprender a guaneros piratas en las Islas Guañape. El 21 se enfrentó en combate en San José a las goletas Tumbes y Loa, a las que quiso sorprender para abordarlas y capturarlas, pero no lo logró. En San José también estaban las barcas Catalina y Malakof. El 30 de marzo regresó la Ucayali al Callao, cuando ya la Apurímac había ido a Pisco por víveres.
El 15 de marzo de 1857, el vapor New Granada de la Pacific Steam Navigation Company fue abordado en altamar por la goleta rebelde Tumbes, apoderandosé de la caja del dinero que este vapor llevaba para el ejército de Castilla al norte, además de otros cajones de correspondencia. Anteriormente, el 8 de enero la misma goleta había abordado el vapor Bolivia.
El 16 de marzo, el gobierno de Castilla compró a la Pacific Steam Navigation Company, el vapor Santiago, a la que rebautizó como Huarás, por 111 mil pesos. Este vapor era un transporte que desplazaba mil toneladas de registro. El 1 de abril el Huarás salió del Callao con Castilla y con cinco batallones, en total, dos mil hombres armados, desembarcando en Pacasmayo el 4 de abril. Vivanco dejó Chiclayo el 5 de abril y perseguido por Castilla, se fue a Piura para reforzarse con las tropas de La Cotera y presentar batalla, pero ahí había un nuevo estado de cosas. Los vecinos de Piura habían obligado a La Cotera a reconocer la Constitución de 1856 y él se declaró neutral en la guerra civil.
Ante esta defección, Vivanco se retiró a Paita, donde estaban las barcas Catalina y Malakof, acompañado de un ejército compuesto por 400 hombres del batallón Arequipa, 150 hombres del Apurímac, 200 reclutas de Lambayeque, una montonera y 50 jinetes. Poco después la Apurímac capturó cerca de Paita al Huarás y el ejército rebelde se embarcó en ambos buques, haciendo correr la voz que atacaría a las fuerzas de Layseca en Trujillo, dejando ambadonadas en Paita a las barcas Catalina y Malakof.
Desde el inicio de la guerra, el gobierno de Reino Unido se mostró partidario de Castilla aunque decidió no inmiscuirse en los asuntos internos de Perú. Anteriormente lo había hecho en 1831 y 1844.
El almirante Bruce, jefe de la escuadra británica del pacífico que estaba en el Callao, irritado por el abordaje al vapor New Granada, despachó a la corbeta HMS Pearl a encontrar a los culpables, a exigir una disculpa y la devolución del dinero. La Pearl encontró a la Loa y a la Tumbes ancladas en San José el 28 de marzo y envió oficiales a cada una de ellas a pedir explicaciones. Como no pudiese identificar a los autores del atropello, abordó los buques a las nueve de la noche y se apoderó de ellos. Las tripulaciones de ambas goletas estaba desmoralizadas por no habérsele pagado sus sueldos por lo que las goletas fueron fácilmente abordadas por la HMS Pearl.
Se envío un mensaje a Vivanco en tierra, pero la altisonante respuesta decidió al capitán inglés enviar al Callao a los buques rebeldes. Acabaron en el fondeadero británico, cerca a la fragata HMS Monarch. Hasta allá fue el capitán de corbeta José de la Haza como representante de Vivanco (sus hermanos Diego y Antonio servían a Castilla, mientras Pedro también a Vivanco), demostrando que la Tumbes era la culpable y salió al mando de la LOA el 3 de marzo de 1857.
Vivanco llegó a aguas del Callao en la Apurímac y el Huáras en la noche del 20 de abril con intenciones de tomar el puerto, pues pensaba que Castilla se había llevado a todo su ejército y lo había dejado desprotegido. El Callao estaba al mando del general José María Plaza y contaba con las fuerzas de la arsenal, del castillo y la columna Constitución, así como milicias de ciudadanos rápidamente organizadas por Plaza.
En la noche del martes 21 de abril, la Apurímac y el Huáras se acercaron a la desembocadura del río Rímac y en la madrugada desembarcó todas las tropas, que se dirigieron al puerto al mando del general José Antonio Vigil y secundado por los coroneles Manuel Vargas Machuca y Manuel Lopera, iniciandosé el combate cerca a las cinco de la mañana. Uno de los primeros en morir fue el general Plaza, tomando el mando de las fuerzas gobiernistas el general Manuel Diez Canseco. Los marinos de la Ucayali desembarcaron a proteger el arsenal. También falleció el coronel Lopera. Durante el combate se cambiaron de bando unos 40 rebeldes. A las ocho de la mañana llegó el tren de Lima con tropas de refuerzos.
El resultado del ataque al Callao fue una completa derrota para Vivanco, que se quedó en la Apurímac con solo 25 hombres. A las once de la mañana del 22 de abril habían 70 rebeldes muertos, 399 prisioneros y 23 heridos, además habían pérdido a los generales Vigil y Allende, que lograron escapar, a 4 coroneles, a 4 tenientes coroneles, 10 sargentos mayores, 15 capitanes, 17 tenientes y 16 subtenientes. Las fuerzas del gobierno tuvieron 50 hombres muertos. Ese mismo día, la Convención Nacional le confirió al Callao el título de Provincia Constitucional porque enarboló la bandera de la constitución.
El 26 de abril la Apurímac y el Huáras zarparon del Callao. Dos días antes, había zarpado la corbeta HMS Pearl para escoltar al vapor Bogotá de la Pacific Steam Navigation Co. que llevaba al presidente Castilla acompañado por 25 oficiales, entre ellos el coronel La Cotera.
La flota rebelde se reunió en las Islas de Chincha. Estaba compuesta por los vapores Apurímac, el Loa, el Izcuchaca, el bergatín Guise y el recién adquirido vapor Lambayeque. Este último, un vapor de hélice puesto a flote en 1853 que desplazaba 850 toneladas y que había llegado recién de Chile, llevando 1500 fusiles a Islay. Tras este refuerzo, Vivanco decidió seguir la guerra en Arequipa.
Muchos marinos estaban descontentos con el curso que la revolución había tomado. El Ministro de Relaciones Exteriores Manuel Ortiz de Zevallos firmó un convenio con los representantes de Francia y Reino Unido, Albert Huet y Henry Sullivan respectivamente, para que las escuadras que estos países tenían en el Pacífico intervengan para proteger el guano y así proteger los intereses de sus empresarios connacionales. Al mismo tiempo, Castilla ofreció olvidar el pasado y la Convención Nacional acordó el acuerdo con las potencias el 18 de mayo, que se firmó el 21. Esto significaba que la marina rebelde quedaba en inferioridad, pues las fragatas extranjeras, la británica HMS Monarch y la francesa Perseverante, podían batir juntas a la Apurímac. El 22 de mayo, la Loa, la Izuchaca, el Guise y el Huáras dejaban las Islas de Chincha y el 24 llegaron al Callao, en donde ya estaba el capitán de navío Pedro José Carreño que había dejado la Apurímac. En junio regresaba del norte la división del general Manuel Layseca y el 12 de ese mes el gobierno retomaba el control de las Islas de Chincha y el vapor Tumbes, este último devuelto por la escuadra británica. El 24 de mayo la tripulación de la LOA se rindió al gobierno.
Si bien la actividad de la LOA en esta guerra civil había terminado, la guerra continuó hasta marzo de 1858 no sin antes costar miles de vidas y originar un conflicto diplomático con los Estados Unidos
En 1864 se hallaba en tan mal estado, pues nunca se le había puesto en dique, que estaba apontonada en el Callao. Cuando la escuadra española tomó las islas Chincha, se decidió blindarla y convertirla en una batería flotante para el apoyo de la defensa del Callao. Se le colocó sobre el casco una casamata de hierro con 3 pulgadas de blindaje que lo asemejaba mucho al CSS Raleigh (1861) y se le quitaron los mástiles. El blindaje era de rieles de ferrocarril. La casamata tenía una tronera en proa para un cañón de ánima lisa de 110 lb y otra a popa para un cañón de 32 lb. La conversión a blindado se inició en abril de 1864 y terminó en noviembre, siendo encargada al norteamericano George S. Backus, con un costo ascendente a 364.823 soles de plata, equivalentes a más de 70 mil libras esterlinas.
El 2 de mayo de 1866 participó en el combate en el Callao.
Como blindado sus dimensiones eran de 223 ft de eslora, 48 de manga y 12 de calado. Desplazaba 2,447 ton. Velocidad 6 nudos propulsado por una hélice movida por una máquina alternativa fabricada por John Penn & Sons.
En los primeros meses de 1877 se le retiró el blindaje y quedó como buque de adiestramiento para grumetes.
En los primeros meses de 1877 se le retiró el blindaje y quedó como buque de adiestramiento para grumetes.
Fue hundida en el Callao el 16 de enero de 1881 para evitar que cayese en manos de las fuerzas chilenas.
3 de abril 1868: Muere el contralmirante Ignacio Mariátegui y Tellería.
3 de abril 1899: Llegan los primeros inmigrantes japoneses. Un grupo de 787 inmigrantes japoneses que proceden principalmente de las prefecturas de Niigata, Yamaguchi e Hiroshima, varones entre los 20 y 45 años, llegan a bordo del Sakura Maru a diferentes puertos del norte Ancón, Chancay, Supe, Cañete, Zaña, Pativilca, Salaverry, Pacasmayo y Eten.
3 de abril 1944: Se organiza la Flotilla de Caza-Submarinos N° 1, 2 y 3, bajo el mando de un comandante de la Flotilla.
3 de abril 1946: Por Decreto Supremo N° 11 se denomina Infantería de Marina a la Fuerza de Comandos Navales.
3 de abril 1959: Se crea una ley orgánica, por la cual los oficiales egresados de la Escuela Náutica estarán bajo servicio o permanecerían en la Reserva Naval organizada.
3 de abril 1970: Oficiales en retiro expresan su apoyo al Gobierno Revolucionario.
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