Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente: Cinco
siglos del destino marítimo del Perú, de Esperanza Navarro Pantac:
Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016
20 de marzo 1657: El cosmógrafo mayor Francisco Ruiz Lozano asume la dirección de la Academia Náutica que funda el virrey Luis Henríquez de Guzmán.
El virrey Luis Enríquez de Guzmán y Coresma, conde de Alba de Liste, con la colaboración del científico criollo (nacido en Oruro; Bolivia) Francisco Ruiz Lozano, que se trajo en su séquito de México, en cuya Universidad era profesor de Matemáticas y del jesuita y científico flamenco Juan Ramón Koenig, que ejercerán de profesores, funda la Academia Real de Náutica o Academia Naval de Lima en el Hospital del Espíritu Santo, para la instrucción de los pilotos de la Mar del Sur.
20 de marzo 1958: Chile devuelve al Perú reliquias del héroe de Angamos, almirante Miguel Grau. Personalmente, el jefe del Estado chileno, general Carlos Ibáñez del Campo, entrega la tibia y prendas personales de Grau al embajador peruano en Santiago.
Devolución al Perú por Chile de las reliquias de Miguel Grau S., en 1958
Recuerdos de la devolución al Perú por Chile de las reliquias de Miguel Grau S., en 1958 Comisión de Cadetes Navales al mando del Cadete Comandante ENP Oscar Rizo Patrón Belgrano de la VIII Promoción del Colegio Militar “Leoncio Prado”
Un saludo personal a cada uno de los integrantes de la Promoción ENP-62 de nuestra Alma Mater en sus Bodas de Oro de egresados cumpliendo así una nueva singladura en el derrotero de todo marino. Mi agradecimiento en especial a mi amigo Mario Fasce Villavicencio al haberme invitado a escribir un recuerdo que me toco vivir cuando era cadete de segundo año al ser parte de la delegación de nuestra Marina de Guerra que trasladó desde Santiago de Chile las reliquias de Nuestro Gran Almirante, acaecimiento que les toco a Uds. vivir e interpretar en el mes de adoctrinamiento del año que ingresaron como Aspirantes.
Esta comisión, de emociones permanentes se inicia un día domingo al recibir una llamada urgente de la Escuela Naval para que al día siguiente me presentara a las 08:00; Me encontré en la prevención del edificio Grau, con los cadetes de cuarto año, Oscar Rizo Patrón Belgrano de la VIII-CMLP y Cadete Comandante del Batallón de Cadetes, Cadete del 4to. Año Alfredo Ibárcena M, el cadete de tercer año Fernando Jiménez R, mi compañero Carlos Guzmán L y el cadete de primer año Percy Pérez B., Carlos Guzmán nos adelantó algo de la razón por la cual nos habían mandado llamar con tanta urgencia, ya que su padre era el Agregado Naval del Perú en Chile, nos recibió el Subdirector de la Escuela, nos hace de conocimiento de la comisión que íbamos a emprender y las demás recomendaciones que recibíamos cuando fuimos cadetes, así mismo nos indico que debíamos encontrarnos listos en todo sentido en la ENP el día martes 19 a las 19:00 horas para salir de Las Palmas el día miércoles en horas de la madrugada.
Al llegar a la Base Aérea, nos embarcamos en un avión DC-3 de la FAP, después lo abordaron el Director de la Escuela, el Contralmirante Florencio Teixeira V, Capitán de Navío Alejandro Martínez C, fue Subdirector en los años 56 y 57 y dos oficiales más que no conocía, posteriormente, supe que eran el Contralmirante Francisco Torres Matos y el Capitán de Navío Alberto Zapatero, el avión decoló a las 4:30 rumbo a Santiago donde arribamos después de casi 12 horas, con una escala técnica en Antofagasta , en el aeropuerto de Santiago nos esperaba una comisión de Autoridades civiles, militares chilenas y peruanas, luego de los saludos protocolares y comunicarnos que éramos huéspedes del gobierno chileno, nos dirigimos a nuestro alojamiento al hotel Carrera en el centro de la ciudad.
En horas de la noche asistimos a una recepción en la casa del agregado naval, Capitán de Navío Edmundo Guzmán Barrón, al termino los cadetes en base a la experiencia adquirida en los cruceros de verano nos fuimos a conocer Santiago de noche.
El día jueves 20 de marzo de 1958, la fecha central de nuestro viaje, empezó con una ceremonia ante el monumento de Bernardo O’Higgins, a la que concurrieron el Embajador del Perú ante el gobierno de Chile don Enrique Goytizolo, miembros de la embajada y delegaciones chilenas de las FFAA, empezó con el izado de las banderas al compás de los himnos nacionales de cada país, luego el Almirante Teixeira y los oficiales que lo acompañaban depositaron una corona al pie del monumento, el público que se había ubicado alrededor de la plaza procedió a aplaudirnos.
Al término nos dirigimos al Palacio de La Moneda al ingresar nos rindieron los honores correspondiente y acompañaron al salón Rojo, donde se encontraban las más altas autoridades del país del sur, dando el marco adecuado al acto que se iba a realizar, ocupamos el lugar que el protocolo nos habían asignado, la ceremonia se dio inicio cuando el Presidente de la República de Chile el General Carlos Ibáñez del Campo hizo su ingreso, a continuación dio lectura a su discurso, el que fue bastante emotivo, resaltando las cualidades de mi bisabuelo y que las reliquias que entregaría habían sido veneradas por el pueblo chileno, las que fue mencionando dándole el significado de cada una, resaltando del Almirante sus profundas convicciones religiosas y humanas, al final de su discurso se las presenta al Sr. Embajador Goytizolo en cuatro cajas forradas en terciopelo azul, para que la comisión las lleve de regreso al Perú y sean entregadas al Presidente de la República, el Embajador agradeció las palabras del Mandatario Chileno resaltando los lazos de amistad de los pueblos y el consentimiento popular de su pueblo para entregar estas reliquias, destacando nuevamente las cualidades humanas de Grau y la figuras del Comandante Arturo Prat., agradeciendo en nombre del Presidente y del pueblo peruano por este gesto de amistad.
El Embajador presentó al General Ibáñez a cada uno de los miembros de la delegación, cuando llego mi turno me sorprendió al darme un abrazo y decirme unas palabras. Al término de la ceremonia nos retiramos al hotel, los cadetes tuvimos la tarde libre. Nos acostamos temprano porque en horas de la madrugada teníamos que iniciar el retorno a la Patria, después de 36 horas vividas intensamente en la Capital Chilena.
El Embajador presentó al General Ibáñez a cada uno de los miembros de la delegación, cuando llego mi turno me sorprendió al darme un abrazo y decirme unas palabras. Al término de la ceremonia nos retiramos al hotel, los cadetes tuvimos la tarde libre. Nos acostamos temprano porque en horas de la madrugada teníamos que iniciar el retorno a la Patria, después de 36 horas vividas intensamente en la Capital Chilena.
Al arribar al aeropuerto de Limatambo el día viernes 21 de marzo a las cuatro de la tarde, aproximadamente, nos esperaban el Presidente de a República Dr. Manuel Prado Ugarteche, autoridades civiles y militares, y familiares dentro de la que destacaba mi tía Maria Luisa hija del Almirante ( 85 años), el último sobreviviente del “Huáscar” Manuel Elías Bonnemaisón. Una formación de cadetes de las FFAA y numeroso público, después de presentarle las reliquias al Sr Presidente, nos embarcamos en un carro de comando formándose una caravana la que también integraban el automóvil presidencial y los vehículos de las autoridades civiles, militares, religiosas y la de los familiares del Almirante,
Al salir del Aeropuerto, con rumbo a nuestro destino pasamos por las principales avenidas de Lima que nos llevaron a transitar, por los monumentos al Almirante Grau en Lima y en el Callao, en el trayecto estaban apostados mucho público prodigando a nuestro paso las muestras del mayor respeto y veneración a las reliquias que portábamos.
Ingresamos a la Escuela Naval por la puerta Unión en la cual nos esperaba una formación de honores a lo largo de la explanada en dirección al edificio San Martin, se encontraban presente una sección de guardiamarinas del buque escuela español “Juan Sebastián Elcano” así como un numeroso grupo de personas.
Portando las preciadas reliquias ingresamos al patio del edificio, El Cadete Comandante Oscar Rizo Patrón, El Cadete Teniente Primero Alfredo Ibárcena, Carlos Guzmán y yo seguidos por El Cadete de Tercer año Fernando Jiménez y el Cadete de Primer año Percy Pérez escoltados por el pabellón de la Escuela, avanzamos hasta la mesa de honor donde se encontraba el Jefe de Estado, la más altas autoridades del país, las personalidades que habían acompañado desde el Aeropuerto, Jefes y Oficiales de la Marina en Actividad y retiro e innumerable público, dando un marco impresionante a la ceremonia a realizar, el Presidente de la República pronunció un emotivo discurso sobre el significado de las reliquias, un sucinto recuento de lo acontecido horas antes en la entrega de las mismas en Santiago y lo que significaba para el país, dándolas al Ministro de Marina Vicealmirante Emilio Barrón Sánchez para su custodia en la Marina de Guerra del Perú, posteriormente se entonaron las sagradas letras del Himno Nacional, que fue cantado por los presentes con mucha emoción .
Terminada la ceremonia, junto con los asistente nos dirigimos a la biblioteca de la Escuela en el Edificio Grau, para depositarlas, en esta oportunidad me presentaron al Dr. Prado quien expresó elogiosas palabras al Almirante, preguntándome sobre mi impresiones de la ceremonia en el Palacio de la Moneda, así también desearme lo mejor en mi carrera como marino de guerra.
Días después el Presidente de la República invitó a un almuerzo en la residencia de Palacio, a los miembros de la comisión, autoridades civiles y navales,
Los primeros días del mes de Abril me invitó a su casa Dn. Felipe A. Barreda, autor de “El Caballero de los Mares Almirante Miguel Grau” (1959) libro de investigación Genealógica, me contó que en el mes de enero un historiador chileno había publicado en un diario de Santiago que el Museo Histórico se exhibían una astilla de la tibia del Almirante Grau, dos escapularios y un lazo de seda obsequiado por las damas de Lima y que en el museo naval de Valparaíso se encontraban unas charreteras y un derrotero, pertenencias que fueron tomadas de su camarote aquel fatídico 8 de octubre de 1879 y que en febrero de 1958, había publicado en el Diario el Comercio sobre estas reliquias exigiendo sean devueltas al Perú, que estas informaciones fueron recogidas por el Senador Raúl Porras Barrenechea quien hizo el pedido en su Cámara solicitando su devolución, y que la Cancillería Peruana envió los documentos correspondientes a lo que el gobierno de Chile accedió con el mayor gusto, así también conversamos sobre todo lo relacionado al viaje para retornarlas al Perú y las actitudes tenida por ambos gobernantes.
Son estos los recuerdos imborrables de una comisión que guardaré para siempre, que como joven cadete naval en el año 1958 viajé a Chile para traer al Perú unas reliquias de mi bisabuelo hoy Gran Almirante y Peruano del Milenio Don Miguel Grau Seminario.
Terminada la ceremonia, junto con los asistente nos dirigimos a la biblioteca de la Escuela en el Edificio Grau, para depositarlas, en esta oportunidad me presentaron al Dr. Prado quien expresó elogiosas palabras al Almirante, preguntándome sobre mi impresiones de la ceremonia en el Palacio de la Moneda, así también desearme lo mejor en mi carrera como marino de guerra.
Días después el Presidente de la República invitó a un almuerzo en la residencia de Palacio, a los miembros de la comisión, autoridades civiles y navales,
Los primeros días del mes de Abril me invitó a su casa Dn. Felipe A. Barreda, autor de “El Caballero de los Mares Almirante Miguel Grau” (1959) libro de investigación Genealógica, me contó que en el mes de enero un historiador chileno había publicado en un diario de Santiago que el Museo Histórico se exhibían una astilla de la tibia del Almirante Grau, dos escapularios y un lazo de seda obsequiado por las damas de Lima y que en el museo naval de Valparaíso se encontraban unas charreteras y un derrotero, pertenencias que fueron tomadas de su camarote aquel fatídico 8 de octubre de 1879 y que en febrero de 1958, había publicado en el Diario el Comercio sobre estas reliquias exigiendo sean devueltas al Perú, que estas informaciones fueron recogidas por el Senador Raúl Porras Barrenechea quien hizo el pedido en su Cámara solicitando su devolución, y que la Cancillería Peruana envió los documentos correspondientes a lo que el gobierno de Chile accedió con el mayor gusto, así también conversamos sobre todo lo relacionado al viaje para retornarlas al Perú y las actitudes tenida por ambos gobernantes.
Son estos los recuerdos imborrables de una comisión que guardaré para siempre, que como joven cadete naval en el año 1958 viajé a Chile para traer al Perú unas reliquias de mi bisabuelo hoy Gran Almirante y Peruano del Milenio Don Miguel Grau Seminario.
Fernando Grau Umlauff
Contralmirante Marina de Guerra del Perú
Contralmirante Marina de Guerra del Perú
20 de marzo 1964: Por D.S. N° 7 se dispone que el Consejo de Investigaciones Hidrobioló gicas y el Instituto de Investigaciones de Recursos Marinos se integren como un solo organismo bajo la denominación de Instituto del Mar del Perú, creado por D. S. N° 21 de fecha 6 de setiembre de 1963.
20 de marzo 1984: La patrulla de combate de la Base Contrasubversiva de San José de Seccce se enfrenta con los subversivos en Uchuraccay.
20 de marzo 1984: La patrulla de combate de la Base Contrasubversiva de Huanta enfrenta a las fuerzas subversivas.
20 de marzo 1992: Terroristas de Sendero Luminoso asesinan a dos oficiales de Marina en el Callao, los capitanes de fragata Carlos García Cedano y Carlos Castañeda Farro.
Capitán de Corbeta AP Carlos Castañeda Farro
Capitán de Corbeta AP Carlos García Cedano
Un día como hoy, el 20 de Marzo de 1992, una denominada “célula de aniquilamiento” conformada por delincuentes del cobarde movimiento terrorista Sendero Luminoso, asesinó a quemarropa y por la espalda en una de las principales calles del Callao, a dos muy buenos Oficiales de la Marina de Guerra que servían como dotación de la Escuela Naval. Algunos entendidos en la materia manifiestan que este tipo de acciones eran una muestra del debilitamiento de este grupo subversivo ante las acciones que el gobierno de turno venía desarrollando por la pacificación del país, capturando a varios de sus cabecillas, llegando luego a la detención de su líder en Setiembre de ese año, para ser posteriormente apresado en la Base Naval del Callao, siendo condenados por sus crímenes y atrocidades contra miles de Peruanos indefensos. Lamentablemente, muchas de estas condenas serían posteriormente anuladas y sentenciadas nuevamente de manera muy contemplativa por la izquierda enquistada en el poder judicial ante el pusilánime accionar de nuestros Presidentes Valentín Paniagua (transición) y Alejandro Toledo, durante sus respectivos mandatos de gobierno. El sacrificio de estos dos Oficiales sirvió de estímulo y compromiso al Regimiento de Cadetes para seguir con el esfuerzo nacional que culminara con la derrota de este enemigo irracional, asegurando la paz y democracia que hoy gozamos. Su sacrificio no fue en vano!
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