jueves, 15 de marzo de 2018

EFEMÉRIDES MARÍTIMAS Y NAVALES



Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016

Efemérides Navales de Hoy 13 de marzo





13 de marzo 1786: El alférez de fragata José Moraleda y Montero recibe órdenes de explorar el archipiélago de Chiloé. 

El Museo Naval del País Vasco, Gipuzkoa dice lo siguiente de Moraleda:

JOSÉ DE MORALEDA Y MONTERO (PASAJES, 1750 - EL CALLAO, 1810)
Natural de Pasajes San Pedro (localidad perteneciente a San Sebastián hasta 1805). De familia marinera, trató de ingresar como guardiamarina, pero hubo de conformarse con hacer estudios de pilotaje en la Real Escuela de Navegación de Cádiz. Tras navegar por el Caribe, el Golfo de Méjico y la India Oriental se embarca hacia la costa del virreinato del Perú en 1773. El virrey Manuel de Guirior le tuvo en gran estima considerándolo como uno de los mejores pilotos de su época en la navegación por aquellos mares. Entre 1787 y 1788 realizó el levantamiento del plano general de la isla de Chiloé y los particulares de los puertos de ese territorio, aportando además información sobre costumbres, clima, historia, producción agrícola, carácter de los habitantes, etc., así como sobre su estado económico y social. También redactó un derrotero a los puertos de Chiloé de gran utilidad práctica. Sus trabajos hidrográficos en la costa chilena están considerados como los mejores realizados en la zona bajo dominación española y tuvieron una acogida muy favorable entre los marinos y las autoridades virreinales, recibiendo también el elogio de Alejandro Malaspina. En 1792 Moraleda organiza la expedición que da lugar a la "Carta esférica de la costa occidental patagónica". En 1804 fue nombrado teniente de navío. Muere en Lima en 1810. Hugo O´Donell, biógrafo de Moraleda, dejó esta semblanza sobre su figura: "Fue un hombre de su época. Trabajador e inquieto, ambicioso y abnegado, virtuoso y felón, familiar y calavera, encierra en su complicada personalidad de trotamundos al caballero frustrado y al científico en continuo afán de superación. Su obra fue modesta y trascendental, dicotómica, como su vida

El Diario ABC dice lo siguiente en su artículo del 3 de octubre del 2009:

JOSÉ DE MORALEDA Y MONTERO: CARTÓGRAFO DE CHILOÉ Y LA PATAGONIA
En la escuela de pilotos de Cádiz, el joven marino Moraleda comienza a escuchar sus primeras enseñanzas sobre dibujo y navegación. Nada más terminar sus estudios, con apenas 20 años, y con su recién estrenado título de piloto comienza su vasta experiencia en alta mar. En su primer destino, embarca nada menos que rumbo al Pacífico, una de las más largas travesías que podían hacerse desde el puerto de Cádiz. Tras cinco meses de navegación alcanza Concepción de Chile, y tres meses más tarde llega al puerto del Callao. En esta primera travesía empieza ya a perfilarse uno de sus grandes dotes que harían de él un piloto realmente especial. Moraleda es un virtuoso del dibujo a pluma o en acuarela, y su diario de navegación, en el que anota derrotas, posiciones e incidencias, se llena de ilustraciones y viñetas de cuanto alcanza a ver.

Durante los 14 años siguientes navega sin descanso por el Pacífico americano hasta Guayaquil y el sur de Chile, e incluso alcanza a cruzarlo hasta Filipinas, curtiéndose como hábil piloto en uno de las más duras e inhóspitas regiones del planeta. En los miles de millas que recorre, recoge incansablemente y con esmero, los accidentes geográficos que observa e incluso las noticias de marinos anteriores que se habían adentrado hasta las islas de Oceanía. En 1786 el gobernador de la remota región Chiloé al sur de Chile, recibe el encargo real de «reconocer las islas de la comprensión del archipiélago que fueran posibles, i levantar mapas generales de ellas con esplicaicón de sus bahías, puertos i demás circunstancias que son precisas para formar el pleno conocimiento que interesa a los más importantes objetos del servicio de Su Majestad.». La más alta autoridad del gobierno español en aquellas tierras, el virrey de Perú, comisiona para tan alta misión a Moraleda, el más experto conocedor de la región.

Para cumplir su cometido Moraleda manda preparar una pequeña falúao goletilla de 18 remos y apenas unas 14 varas (11,9 mts.) de largo, 3 (2,55 mts.) de manga,y otra de menor porte, y embarca en ellas sus instrumentos y los víveres necesarios. Acompañado por algunos hombres prácticos en la navegación de los canales, y unos pocos calafates y carpinteros, zarpa desde el Callao con rumbo al oeste, para circunnavegar toda la isla grande de Chiloé. Comienza así la primera de las cuatro expediciones que realiza entre 1787 y 1796 a este archipiélago y los situados en latitudes patagónicas más al sur, de dureza inimaginable. Sus corrientes, sus vientos y las extremas condiciones de clima, hacen de esta región una de las más peligrosas para los navegantes, y son muy pocos los que, incluso hoy día, se arriesgan a cruzarla a vela. Moraleda, sin embargo, equipado con dos pequeñas embarcaciones y un precario material recorre sus costas y canales observando su disposición, sus condiciones de navegabilidad, la amplitud de las mareas, las ventajas e inconvenientes de cada puerto. Nunca antes se había explorado y descrito con tanta minuciosidad Chiloé y su entorno. El río Aisen, el río Palena, Reloncaví, el archipiélago de Chonos, son algunos de los puntos que recorre en sus increíbles exploraciones. En 1790 llega a Chile una de las más célebres expediciones científicas españolas de la historia, la dirigida por Alejandro Malaspina alrededor del mundo. Moraleda, puso a su disposición todos sus mapas y diarios, contribuyendo con cuantos datos geográficos eran de interés.

La fama de sus estudios le lleva a final de su vida, al frente de una serie de trabajos hidrográficos que se mandan hacer sobre el golfo de Panamá y sus costas vecinas y a dirigir la escuela náutica del virreinato. Muere cerca de los 70 años, consagrado a la enseñanza de los nuevos pilotos en el puerto del Callao. Sus trabajos sobre Chiloé siguen conservando su valor y pueden considerarse la descripción más completa de este archipiélago. Hoy día uno de los canales chilenos, lleva su nombre, canal de Moraleda, en recuerdo del hombre que empeñó su vida en reconocer y describir tan intrincada geografía.


13 de marzo 1900: Se aprueba el Código de Marina Mercante y Reglamento de Capitanías. 


13 de marzo 1930: Dentro del marco de actividades de la escuadra peruana en Chile, se dirigen a Santiago los jefes y oficiales peruanos de la escuadra, cadetes y marinería, con el objeto de presentar su saludo al presidente de la República, general Carlos Ibáñez del Campo, quien revista las compañías navales peruanas. (Las imágenes de arriba como el texto de abajo corresponden a la Revista de Marina, Marzo - abril de 1930. Solo un pequeño pero importante detalle: el texto equivocadamente indica “Los marinos peruanos colocaron una corona al monumento del Almirante chileno Arturo Prat”. La realidad es que la corona si la colocaron pero en el monumento alcapitán de fragata Arturo Prat )









13 de marzo 2007: El contralmirante Federico Salmón de la Jara es honrado con la condecoración de la Orden del Sol en el grado de Gran Cruz, en reconocimiento de su aporte en la concepción y dirección del proyecto de escribir la Historia Marítima del Perú, extraordinaria contribución a la cultura nacional. 

13 de marzo 2008: El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, con R. M. N° 277-2008-DE/CCFFAA de la fecha, crea el CE - VRAE, como un elemento operativo, el mismo que no tiene una correlación administrativa por parte de la Institución Ejército. El Comando Especial del VRAE está integrado por miembros de la Marina, Ejército y Fuerza Aérea. El general Raymundo Flores dirige la lucha contra los remanentes de Sendero Luminoso. 

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