martes, 27 de febrero de 2018

EFEMÉRIDES MARÍTIMAS Y NAVALES

Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016


Efemérides Navales de Hoy 27 de Febrero


27 de febrero 1833: Nace en Lima del capitán de navío Juan Guillermo More. Comandante de la fragata Independencia, pierde su buque en Punta Gruesa en 1879. Se hallará entre los defensores del morro de Arica, bajo el mando del coronel Francisco Bolognesi, junto a quien fallece en el asalto final. (La pintura arriba de la Independencia encallada y escorada en Punta Gruesa mientras Condell en la Covadonga le dispara es del inglés Thomas Somerscales, excelente pintor de temas navales y marinos, avecindado en Chile. Cabe notar que el pabellón de la Independencia aparece casi arriado, lo que parece indicar que Sommerscales trató de comunicar en su obra que la Independencia se habría rendido, pero el artista inglés también pintó el humo de los cañones de la Covadoga disparando, lo que comunica claramente que a pesar del supuesto rendimiento de la Independencia, Condell siguió disparando a mansalva)

Juan Guillermo More Ruiz

Capitán de navío peruano, que participó en la Guerra del Pacífico entre 1879 y 1880. Como comandante de la fragata Independencia, persiguió a la goleta chilena Covadonga durante el combate naval de Iquique, pero fatalmente su nave encalló en Punta Gruesa, al chocar con un peñasco submarino no marcado en la carta. Con los sobrevivientes de su tripulación pasó a Arica, en cuya defensa colaboró. Nombrado jefe de las baterías del Morro, pereció con las armas en la mano en la batalla de Arica.

Hijo del comerciante escocés John More y de la dama ayacuchana Dolores Ruiz. Debido a las exigencias del negocio de su padre, durante su infancia vivió alternadamente en Lima, Ayacucho, Pisco, Chincha e Ica. En 1842 se trasladó a Londres para estudiar Ingeniería, pero interrumpió los estudios al cabo de tres años debido a la muerte de su padre. En 1850 ingresó a la armada británica en calidad de aspirante. En 1854 se embarcó como guardiamarina a bordo de la fragata peruana Apurímac que por entonces era construido en los astilleros londinenses, y que arribó al Callao el 12 de noviembre de 1855. Ese mismo año fue ascendido a alférez de fragata. Sirvió sucesivamente en la goleta Izcuchaca y el vapor Huaraz. Ya como teniente segundo, participó en la toma de Guayaquil durante el conflicto con Ecuador (1859-1860). Por su actuación ascendió a teniente primero en 1861. Fue luego comandante del bergantín Guise y la barca Iquique, participando de la medición de las islas guaneras del norte. Durante el conflicto con España actuó en el combate naval de Abtao del 7 de febrero de 1866, y por su actuación mereció su ascenso a capitán de corbeta. Fue nombrado comandante de la recién adquirida corbeta Unión en 1866. Fue parte de la oficialidad que viajó a los Estados Unidos en 1868 para traer a los monitores Manco Cápac y Atahualpa, asumiendo la comandancia de este último. Sorteó la difícil travesía hacia el Callao, vía el Océano Atlántico y el Estrecho de Magallanes. Tras año y medio de recorrido, los monitores llegaron al fin a costas peruanas, en junio de 1870, culminando una misión que fue una verdadera hazaña naval. More fue ascendido a capitán de navío.

En 1874 fue nombrado comandante de la fragata Independencia. Mientras desempeñaba esta función, en 1877 fue designado Comandante General de la División de Operaciones del Sur, así como encargado de la captura del monitor Huáscar que se había sublevado bajo el mando de Nicolás de Piérola, contra el cual libró combate en Punta Pichalo. Al estallar la Guerra de Chile contra el Perú y Bolivia formó en la Primera División Naval y al mando de la Independencia partió hacia el Sur a órdenes de Miguel Grau. Iniciado el combate naval de Iquique el 21 de mayo de 1879, inició la persecución de la goleta Covadonga y navegando frente a Punta Gruesa, su nave chocó accidentalmente contra un peñasco submarino que no se hallaba registrado en las cartas, y empezó a hundirse; lo que aprovechó la Covadonga para dar media vuelta y descargar su fuego sobre la fragata peruana que se hundía, repasando incluso a los tripulantes peruanos que en esos momentos intentaban abandonar la nave. 

A este episodio Chile le da el nombre del combate de Punta Gruesa, pero mal se puede llamar combate" al artero ataque a mansalva de un buque sobre otro que está encallado y escorado y, por ende, indefenso por la imposibilidad de batir a su enemigo con sus cañones. More se vió limitado a responder a la Covadonga con inútil fuego de cañones y fusilería, hasta que arribó el monitor Huáscar, ante lo cual el buque chileno, en actitud que pinta de cuerpo entero a su comandante, capitán de fragata Carlos Condell de la Haza, decidió volver a correr, como ya lo había hecho horas antes en Iquique donde dejó abandonados a su suerte a Prat y la Esmeralda para evitar pelear, a pesar de las claras instrucciones de Prat de presentar combate. 

More, junto con la tripulación sobreviviente de la Independencia, pasó al transporte Chalaco, a cuyo comandante, Manuel Villavisencio, le dijo: "He perdido el buque que la nación me confió, asumo la responsabilidad, y pagaré con mi vida el desastre". Tuvo que volver por tierra hasta Iquique junto con los sobrevivientes. Enjuiciado, permaneció en el puerto de Arica, siendo finalmente absuelto, pero no se le confió el mando de otra unidad naval, por lo que More se presentó como voluntario para colaborar en la defensa de Arica.

El historiador y político chileno Vicuña Mackenna argumenta que, según datos que le fueron entregados por el teniente peruano Daniel Durán, More estuvo presente en el Combate naval de Arica a bordo del Monitor Manco Cápac y que era More quien dirigía el combate. Indica así que en la torre del Manco Capac, el cañón derecho se inutilizó y fue el izquierdo el que disparó el proyectil de 15 pulgadas y 500 libras que impactó en el capitán de fragata Manuel Thomson, que era comandante del Huáscar y del bloqueo a Arica, pulverizándolo y dejando la empuñadura de su espada clavada en la toldilla del Huáscar. Si bien es cierto que More estuvo abordo del Manco Cápac, es improbable que, como afirma Vicuña Mackenna, el Capitán de Fragata José Sánchez Lagomarsino le haya dado el comando de su buque a More, pero si así hubiese sido lo único que probaría es que More sabía pelear muy bien cuando su buque no estaba encallado e indefenso.

Integrándose al Estado Mayor del coronel Francisco Bolognesi, estuvo presente cuando este, ante las intimaciones de rendición del emisario chileno, le respondió que Pelearía hasta quemar el último cartucho”. Así el 7 de junio de 1880, More estuvo entre los defensores de Arica, confiándosele los fuertes del Morro con las Baterías “Alta” en la planicie superior del mismo, y la “Baja”, servidas por los antiguos tripulantes de la Independencia, y, al igual que todos los defensores de Arica, cumplió la promesa de pelear hasta quemar el último cartucho. Sosteniendo en sus manos un revólver y una espada, se batió hasta que una bala enemiga le segó la vida.

El parte oficial de More a Grau sobre lo sucedido el 22 de mayo de 1879 es el siguiente:

Iquique, mayo 22 de 1879.

Señor capitán de navío, comandante general de la Primera División Naval.

S.G.J.

En cumplimiento de las ordenes recibidas de V.S. zarpe del puerto de Arica el día 20 del presente mes a las 08:00 PM. que en aguante sobre la punta de Pisagua para esperarlo por haber entrado a dicho puerto. A las 04:00 AM. me puse en movimiento , siempre en convoy , a poca distancia de la costa , haciendo dar toda fuerza a la máquina hasta las 05:00 AM. que estuvimos a la vista del puerto de Iquique , demorando en ese momento el Huascar como a dos millas por la proa.

A las 07:30 AM. se avistaron dentro del puerto y muy pegado a la costa tres buques a vapor que reconocidos resultaron ser los buques chilenos, corbeta de guerra Esmeralda , cañonera Covadonga y un transporte .

Como el buque del mando de V.S. se dirigiera al sur del puerto , seguí recorriendo la costa del norte para encerrar a los enemigos en la bahía. En esta disposición hicieron rumbo al sur, pero encontrando que les cerraba la salida el Huascar, regresando , gobernando la Esmeralda hacia el norte . En este momento el buque de V.S. inició el ataque haciendo su primer disparo sobre la Covadonga y mandé romper los fuegos de la Independencia sobre la corbeta Esmeralda; y aprovechándose de esta circunstancia, el transporte hizo rumbo al sur navegando con toda fuerza de su máquina.

Empeñando así el combate y viendo que el Huascar cambiaba su proa dirigiendo sus tiros a la Esmeralda y que la Covadonga trataba de fugar, pegándose a la isla, goberné en la misma dirección a fin de impedírselo, no pudiendo conseguir mi objeto porque al llegar a la altura de la isla, la Covadonga la había rebasado , pegándose mucho a las rompientes y obligándome a seguirla.

Comprendiendo que ese buque ponía en practica el único medio que podía emplear por su poco calado trate de ganarle al barlovento para obligarlo a salir fuera o retroceder. Esto ultimo lo conseguí en la primera caleta de la bahía de Cheurañete, por lo cual puse proa al norte haciendo fuego con el costado de estribor; pero la Covadonga volvió a dirigirse al sur metiéndose de caleta y tuve que continuar el combate siguiendo al buque enemigo que barajaba la costa metiéndose entre las rompientes y en un fondo insuficiente para la Independencia, maniobrando en distintas direcciones.

Habían transcurrido hasta entonces más de tres horas de combate y viendo lo incierto de los tiros de nuestros cañones por la falta de ejercicio, pues toda la tripulación era nueva y el efecto que producían las ametralladoras y nutrido fuego de fusilaría que el enemigo hacia sobre la dotación de la fragata que se encontraba sobre cubierta en una gran parte por haberse estrechando tanto las distancias, acometí con el espolón por dos veces cuando las circunstancias me lo permitían; pero encontrando poco fondo tuve que retroceder , lo que dio tiempo al enemigo para ganar el sur.

Resolví por tercera vez embestír con el ariete pegándome a la Punta Gruesa para impedirle la salida de la bahía, estrechándolo en la ultima caleta y cuando los sondajes repetidos marcaban de ocho a nueve brazas de agua y siendo limpia la bahía según las cartas. En este momento, notando que se pegaba más a las rompientes de la punta , ordene poner la caña a babor para poder rebasarla y atacar así con ventaja por el otro lado, lo que no pudiendo realizarse con la rapidez necesaria, por haber sido en este momento herido tres timoneles por el fuego nutrido de ametralladoras y fusilaría que el enemigo nos hacia desde las cofas, mande dar atrás con toda la fuerza de la máquina, contando durante todo este tiempo los timoneles el mismo sondaje anterior ; es decir, de nueve brazas de agua.

En ese instante y cuando tocaba con el ariete a la Covadonga, se sintió un gran choque y quedo detenida la fragata. El golpe había sido sobre una roca que no está marcada en la carta, pues se encuentra al norte del ultimo bajo que aparece en ella.

Por consecuencia de este choque se llenó completamente de agua el buque, se apagaron los fuegos y suspendieronse las calderas hasta la caja de humo; y en un segundo y tercer choque se inundaron completamente las otras secciones. El buque cayó sobre su costado de estribor entrando el agua por las portas de la batería. No obstante esta desgracia, al pasar la Covadonga por el costado de estribor haciéndonos fuego por su artillería, nuestros cañones contestaron; cuando el agua casi cubría continué el fuego con nuestras ametralladoras de las cofas y con la tripulación que mandé subir a cubierta armada de rifles y revólveres, hasta que se agotaron las municiones que no podían ser respuestas, pues el buque estaba inundado casi por completo, como lo digo anteriormente.

La Covadonga seguía haciendo fuego de cañón a mansalva y una de cuyas bombas rompió el pico de mesana donde estaba izado el pabellón. Inmediatamente mande poner otro en otra driza .

Después del choque hice sondear todo el contorno del buque; marcando la sonda por todos lados de cinco y media a seis brazas; lo que prueba que la roca en que choco la fragata es aislada y a distancia de los arrecifes de la Punta.

Cuando me convencí que todo esfuerzo por salvar el buque era infructuoso, ordené que se prendiera fuego a la Santa Bárbara, orden que bajó a cumplir el oficial encargado de ella , pero ya era tarde, pues el agua, que a torrentes entraba a bordo lo impidió.

Siendo casi toda la tripulación de hombres que no están acostumbrados al servicio de los buques de guerra , embarcados pocos días antes de nuestra salida del Callao, fue imposible evitar que se arrojasen al agua corriendo el riesgo de permanecer ahogados: mande a arriar todas las embarcaciones para mandar a la agente a tierra , haciendo colocar en la primera a todos los heridos, yendo cada bote a cargo de dos oficiales para que regresaran por el resto de la gente. En el último mandé al segundo jefe comandante Raygada para que organizara la gente en tierra e hiciera regresar algunas embarcaciones que hubieran llegado a tierra, lo que no pudo verificar, pues las rompientes las destruyeron todas al llegar a la costa. Sin embargo casi toda la tripulación estaba ya salvada quedando solo conmigo a bordo cerca de 20 personas, entre ellas los tenientes primeros graduados don Pedro Garezon y don Melchor Ulloa, el ídem 2º don Alfredo de la Haza, el alférez de fragata don Ricardo Herrera, el guardiamarina don Carlos Eléspuru, el corresponsal de El Comercio don José Rodolfo del Campo, el doctor don Enrique Besadre y el primer maquinista don Tomás Wilkins con su segundo. Más tarde se aproximó a nosotros el buque del mando de V.S. y mandóo tres embarcaciones para transbordarnos a los que aun quedábamos en la fragata, lo que no hice hasta no prender fuego al buque, inutilizar los cañones y arrojar al agua las armas que no podían servir. Adjunto a V.S. una relación de los muertos y heridos en la fragata de mi mando , durante el combate.

Réstame tan solo poner en conocimiento de V.S. que tanto los jefes, oficiales y tripulación del buque se han comportado dignamente, mostrando valor y serenidad en todo el combate y sin separarse un solo instante de los puestos que tenían señalados.

Al segundo jefe le habían encargado de reconocer todo el buque durante el combate; al tercer jefe del cuidado de la batería y como quedara fuera de combate a los primeros disparos del enemigo, ordené que lo reemplazara el capitán de fragata don José Sánchez Lagomarsino que se encontraba en el fuerte, como jefe de la columna Constitución, que hasta ese momento permaneció a mi lado junto con el teniente primero don Narciso García y García, el oficial de señales Salaverry y mi ayudante el teniente 2º don Enrique Palacios.

Concluiré no sin manifestar a V.S. que uno de los últimos tiros de rifle del enemigo mato súbitamente al alférez de fragata don Guillermo García y García, uno de nuestros inteligentes oficiales de marina.

Dios guarde a V.S

Juan G. More.


27 de febrero 1868: El capitán de fragata Miguel Grau es nombrado comandante del monitor Huáscar. 


27 de febrero 1873: La delegación que preside el capitán de navío Aurelio García y García, a bordo del Colorado arriba al puerto de Yokohama en Japón. 





27 de febrero 1880: Combate en la rada de Arica entre el monitor Manco Cápac y las naves chilenas bloqueadoras, el Huáscar, ya en manos chilenas, y la corbeta Magallanes. El monitor Manco Cápac, bajo el comando del capitan de fragata José Sánchez Lagomarsino, sale victorioso del encuentro, obligando al retiro de los buques chilenos. (El relato que sigue es tomado en su integridad - excepto las fotos - del sitio oficial de la Armada de Chile. Se debe notar que el comandante de la Magallanes que acompañó al Huáscar es el mismo comandante Carlos Condell de la Haza cuyo accionar en Iquique ha sido descrito líneas arriba. A continuación del relato, se transcribe también en su integridad el parte oficial del combate del comandante Sánchez Lagomarsino)


Cañoneo de Arica y muerte de Manuel Thomson - 27 de febrero de 1880
Sabedor Carlos Condell de la Haza de la muerte del bravo Thomson, se transbordó el monitor "Huáscar" y envió a la cañonera "Magallanes" a dar cuenta de lo sucedido al Almirante Galvarino Riveros Cárdenas.

Después de la Batalla Naval de Angamos, el monitor "Huáscar" debió ser reparado en Valparaíso y aprovechando estos trabajos, se le reforzó su artillería con dos cañones de 40 libras de retrocarga, tipo Armstrong, cuyo alcance estaba entre 6.000 y 7.000 metros, lo que dejaba al monitor en excelentes condiciones de batir la artillería de ánima lisa de los fuertes de El Callao y Arica, que tenía un alcance de 3.500 metros.

El mando del monitor se le asignó al Capitán de Fragata Manuel Thomson Porto Mariño, quien arribó con su buque a Arica el 25 de febrero de 1880 para relevar al blindado "Cochrane" y mantener el bloqueo del puerto, uniéndosele poco después la cañonera "Magallanes" , al mando del Capitán de Fragata Carlos Condell de la Haza.

El caracter combativo de Thomson lo incitó a no permanecer como mero espectador del bloqueo, sino que buscando el combate, el 27 de febrero se acercó temerariamente a las baterías del puerto, quedando dentro de su alcance y sin considerar que con los nuevos cañones podía batirlas sin ser alcanzado.

Durante cincuenta minutos los buques se batieron con los fuertes del puerto, sin recibir mayor daño, retirándose fuera del alcance de las baterías de tierra posteriormente.

Al observar Thomson que un tren procedente de Tacna se dirigía Arica, penetró con el monitor "Huáscar" dentro del sector de fuego de las baterías de tierra de 200 libras y del monitor "Manco Capac" con sus cañones de 500 libras y menospreciando el peligro detuvo a cañonazos la marcha del tren.

Carlos Condell de la Haza con la cañonera "Magallanes" cooperaba con Thomson en el intercambio de fuego con los fuertes.

La artillería peruana concentró sus fuegos sobre el monitor "Huáscar" y una granada hizo explosión cerca de un cañon hiriendo mortalmente al aspirante Eulogio Goycolea Garay, matando seis hombres de tripulación e hiriendo a doce.

Además hirió levemente al segundo comandante Capitán de Corbeta Emilio Valverde Prieto y al Teniente 2° Tomás Segundo Pérez.

Entre los marineros muertos se encontraba el Marinero 1° Luis Ugarte, sobreviviente del Combate Naval de Iquique y que había acompañado a Arturo Prat Chacón en el primer abordaje y luego al Teniente Ignacio Serrano Montaner en el segundo abordaje al Huáscar, el 21 de mayo de 1879.

El tren fue detenido por los proyectiles chilenos y retrocedió a Tacna.

Después de esto, los dos buques se retiraron a sus posiciones iniciales.

Cerca de las 14.00 horas, el "Manco Capac" levantó presión y salía de su fondeadero, envalentonado por el impacto recibido por el monitor "Huáscar", llevando en el costado de estribor una lancha torpedo, para impedir ser espoloneado por esa banda.

Thomson salió al encuentro del enemigo y como necesitara el máximo de velocidad para espolonear a su adversario por la banda de babor, maniobra que lo colocaría entre la ribera y el "Manco Capac", pidió a sus ingenieros la máxima presión de las calderas. Esto produjo que subiera excesivamente el nivel de agua de las calderas, arrastrándola a las máquinas, quedando el monitor inmovilizado a corta distancia de las baterías del "Manco Capac", que acertó un proyectil de 500 libras en pleno pecho del Comandante Manuel Thomson Porto Mariño, que temerariamente se encontraba en toldilla.

Junto con lo anterior, cortó el palo de mesana y aventó el código de señales.

Thomson fue destrozado y las partes de su cuerpo quedaron esparcidas por cubierta. La hoja de su espada quedó clavada en la cubierta de madera, a pocos metros donde otros dos bravos marinos dieron su vida por sus respectivos países, Arturo Prat Chacón y Miguel Grau Seminario.

El Capitán Valverde tomó el mando del buque y lo retiró de la línea de fuego, mientras disparaba sus andanadas al "Manco Capac", que consiguió colocarse al refugio de las baterías de tierra.

Sabedor Carlos Condell de la Haza de la muerte del bravo Thomson, se transbordó el monitor "Huáscar" y envió a la cañonera "Magallanes" a dar cuenta de lo sucedido al Almirante Galvarino Riveros Cárdenas



Parte oficial del combate naval de Arica por el capitán de fragata José Sánchez Lagomarsino

Comandancia del monitor Manco Cápac

Al ancla. Arica, febrero 27 de 1880.

Benemérito señor contralmirante, jeneral en jefe del primer ejército del sur.

Me es honroso poner en conocimiento de US. los acontecimientos realizados el día de hoi a bordo de este monitor, con ocasión del combate empeñado entre las baterías de la plaza i el “Huáscar” i la “Magallanes” que bloquean el puerto.

A 7 hs. A. M. se me dió parte por el oficial de guardia de que el “Huáscar”, en son de combate, avanzaba lentamente por el O., en demanda, al parecer, del fondeadero, i dispuse que en el acto se alistase el monitor para prevenir cualquiera eventualidad, porque personalmente observé que eran sospechosos los movimientos del enemigo.

En efecto, a las 8 hs. 15 ms., encontrándose el “Huáscar” al alcance de los cañones del Morro, rompió sus fuegos esta batería, cuando aquél se hallaba situado de este monitor a una distancia de 4.000 metros, mui superior al alcance máximo de nuestra artillería, razón por la cual me ví obligado a esperar que el enemigo, en sus evoluciones, se aproximase, para ofenderlo desde el fondeadero en que estaba obligado a permanecer este buque, por el mal estado de una de sus calderas, cuya compostura, se trabaja activamente.

A las 8 hs. 40 ms., después de apreciar la distancia que nos separaba, rompió sus fuegos este monitor sobre el “Huáscar”, continuándose hasta las 9 hs. 50 minutos, que éste se alejó, gobernando al N. E.

Mientras tanto la corbeta “Magallanes”, que desde mui temprano estaba fondeada por el N. del puerto, a seis millas aproximadamente, a los primeros disparos se puso en movimiento i, lejos del alcance de los cañones de las baterías, hizo algunos tiros sobre la población, uno de los cuales cayó bastante cerca de la popa de este monitor, pero se retiró con el “Huáscar” cuando suspendió éste sus fuegos.

A 11 hs. A. M. los dos buques situados al N. del puerto descargaron varios tiros de su artillería sobre el tren de pasajeros que venía de Tacna, e inmediatamente reparé el monitor para salir a batir al enemigo, dando orden de activar la reparación de la caldera de estribor que, como US. tiene conocimiento, se encontraba en mal estado desde días anteriores, i cumplo con el deber de recomendar a US. la actividad i el interés desplegado por el primer maquinista don Tomas Colguhoun para dejar espedita en el menor tiempo la compostura de esa caldera, obra que a no ser por esta circunstancia, habría demorado un tiempo más dilatado para su terminación.

A la 1 h. 15 ms. P. M. dejé el fondeadero, gobernando sobre el enemigo, que se conservaba a una distancia de cinco millas, más o menos, emprendiendo la marcha hasta tres millas fuera del puerto; i una hora después, estando a 3.500 yardas el “Huáscar”, descargó su artillería de la torre, i sucesivamente hizo otros disparos, hasta que encontrándome a 2.000 yardas hice romper los fuegos de este monitor, a las 2 hs. 10 ms. Se trabó entonces el combate, que por parte del enemigo era sostenido por el “Huáscar”, que acortaba la distancia, i por la corbeta “Magallanes”, que se conservó al mayor alcance de sus cañones; continuó, pues, avanzando hasta estrechar la distancia, haciendo siempre fuego sobre el blindado enemigo. Hubo un momento desgraciado en que se entorpeció uno de los cañones de la torre, por haberse quedado dentro de él la primera sección de la lanada; i fue entonces cuando el “Huáscar” nos ponía su proa, aproximándose rápidamente. En tal situación, gobernó sobre dicho buque, que llegó a pasar por nuestro costado de babor a la distancia de 50 yardas, empeñándose un pequeño tiroteo de ametralladoras i fusilería del enemigo el que era sostenido desde a bordo por la jente que me acompañaba sobre la torre.

Subsanado con actividad el inconveniente de que acabo de hacer mención, descargué sobre el “Huáscar”, que estaba ya por la aleta de babor, una de las piezas de la torre, cuyo proyectil fué a herir la popa de ese buque, echándole abajo la asta en que sostenía su pabellón.

A 3 hs. 30 ms. hice suspender los fuegos porque el “Huáscar”, aprovechando de su andar, se puso fuera de los tiros de este monitor, gobernando hacia afuera, lo mismo que la “Magallanes”.

Once tiros se hicieron con las piezas de la torre, de los cuales dos han ocasionado averías al enemigo; de los disparos de éste i la corbeta, que pasan de cincuenta, i entre los que cayeron sobre nosotros, solo causaron lijeras averias, llevándose parte del pasamanos alto i uno de los candeleros de la torre; hemos tenido también despedazada una de nuestras falúas. A las 4 hs. 30 ms. volví a ocupar con el buque de mi mando su antiguo fondeadero.

Antes de terminar, permítame US. hacerle presente que el digno capitán de navío don Juan G. More se me presentó voluntario a bordo, en el momento de la salida del monitor, solicitando cualquier puesto; i que tanto él como Leoncio Prado, cuya salud se encuentra notablemente quebrantada, el alférez de fragata don Francisco Forcelledo, ayudante de US, i el subteniente de artillería don Eduardo Lecea, han permanecido durante este corto combate sobre la torre, al lado del que suscribe. Lo que participo a US. conforme a ordenanza.

Dios guarde a US. B. S. C. A.

José Sanchez Lagomarsino.


27 de febrero 1903: Doce Aspirantes de Marina, al término de sus estudios profesionales en la Escuela Naval, reciben el título de Guardias Marinas con el tratamiento de Caballeros: Enrique Granthon, Juan Salaverry, José I. Paredes, Moisés Pinto Basurco, César V. Bravo, Abraham A. de Rivero, Guillermo Martínez, Manuel V. Galdo, Luis Aubry, Manuel D. Faura, Carlos Jimeno y Manuel A. Sotil. (En la foto el Pontón Perú, donde funcionaba la Escuela Naval  en 1903)


27 de febrero 1925: Los primeros submarinos, R-1 y R-2, construidos en Estados Unidos, son bautizados en esta fecha. (En la foto el R-1 y R-2 en  dique seco en Balboa, Panamá, en el año 1930, siendo carenados y sus tanques de lastre reparados)


27 de febrero 1963: Se autoriza por R. M. No DM-571, la construcción en los astilleros del SIMA de diez lanchas tipo “LCVP”, para ser destinadas al buque transporte de ataque AKA-3 Bellatrix, a fin de que esta unidad pueda cumplir sus funciones básicas de transporte y desembarco de tropas y materiales. 



27 de febrero 1985: El BAP Almirante Grau parte del Callao con destino al puerto de Amsterdam, Holanda, en cuyos astilleros le realizarán trabajos de modernización naval. El BAP Aguirre lo sustituye como buque insignia. 


27 de febrero 1995: Retorna la VI Expedición a la Antártida después de una permanencia de treinta días en el continente helado. 

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