Efemérides Navales de hoy 20 de octubre
Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe
Fuente:Cinco Siglos del Destino Marítimo del Perú. Cronología y Efemérides de 1465 al 2016, de Esperanza Navarro Pantac, Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, Primera Edición, Diciembre del 2016
20 de octubre 1824: El navío realista Asia, al mando del capitán de navío Roque Guruceta, se hace a la vela escoltando tres transportes. Se dirige hacia Quilca, donde debe esperar órdenes del virrey José de La Serna. Allí le sorprende la noticia del triunfo de los patriotas en Ayacucho el 9 de diciembre, razón por la cual se aleja rumbo a Filipinas.
La Expedición auxiliar de Roque Guruceta al Pacífico fue el último y más importante refuerzo naval que se hizo presente en el Pacífico, con el objetivo de ayudar a las fuerzas realistas que aún mantenían el control del Perú y el Alto Perú.
El 13 de enero de 1824 zarpaba de Cádiz la flotilla con 1000 hombres entre tripulaciones y soldados. Después de un largo viaje, el 15 de marzo los buques recalan en Puerto Egmont de las Islas Malvinas para un breve descanso y preparar los aparejos para cruzar el Cabo de Hornos. El día 27 de marzo zarpa de aquel lugar con dirección al puerto de San Carlos de Ancud, Chiloé, donde llegan el día 27 de abril, justamente algunos días después del zarpe de regreso de la Primera Expedición de Freire, que había decidido reembarcar sus fuerzas tras las acciones adversas de la campaña. El gobernador de la isla, Antonio de Quintanilla le facilita todas las provisiones necesarias a la flotilla de Guruceta.
Por aquel entonces Lima había sido reocupada por los realistas, encontrándose la Fortaleza del Real Felipe en el Callao al mando del brigadier José Ramón Rodil y Campillo. Siguiendo su propio plan, en El Callao, el brigadier Rodil en junio de 1824, falto de personal con experiencia marinera, ordenó embarcar a todos los prisioneros patriotas que tuvieran experiencia y conocimientos en navegación y marinería de entre los que estaban confinados en la prisión fortaleza real Felipe.
Después de invernar en Chiloé, abasteciéndose de los escasos medios de que disponía el brigadier Quintanilla, el comodoro Guruceta se decidió a zarpar al Perú, levando anclas el 15 de agosto. Para no tener interferencias en su travesía, trazó un rumbo a 300 millas de la costa y, en esta forma, evadió toda posible interceptación con unidades chilenas; sin embargo, por una coincidencia fue avistado por el pesquero inglés Snipe, procedente de Calcuta, que fondeó en Valparaíso el 26 de agosto, dando aviso a las autoridades chilenas.
La flotilla arribó primero a Quilca en el sur del Perú para recabar información del panorama estratégico del momento, cerciorándose de la ausencia de elementos adversarios en el mar y continuar luego a su destino en el Callao, donde arribó el 13 de septiembre para tomar fondeadero al abrigo de las fortificaciones terrestres.
El comodoro Guruceta recibió el título de Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales Españolas en el Pacífico, Ahora además de contar con el navío Asia y el bergantín Aquiles se le unieron a sus fuerzas la corbeta Victoria de Ica y los bergantines Constante y Pezuela, estos buques fueron recapturados tras la recuperación del puerto de Callao. Estos buques concentrados en el Callao y con un extenso litoral desde California hasta el cabo de Hornos, tenían posibilidades de operar desde Quilca, al Sur del Perú, y en Chiloé, en Chile Austral.
Por aquel entonces Lima había sido reocupada por los realistas, encontrándose la Fortaleza del Real Felipe en el Callao al mando del brigadier José Ramón Rodil y Campillo. Siguiendo su propio plan, en El Callao, el brigadier Rodil en junio de 1824, falto de personal con experiencia marinera, ordenó embarcar a todos los prisioneros patriotas que tuvieran experiencia y conocimientos en navegación y marinería de entre los que estaban confinados en la prisión fortaleza real Felipe.
Después de invernar en Chiloé, abasteciéndose de los escasos medios de que disponía el brigadier Quintanilla, el comodoro Guruceta se decidió a zarpar al Perú, levando anclas el 15 de agosto. Para no tener interferencias en su travesía, trazó un rumbo a 300 millas de la costa y, en esta forma, evadió toda posible interceptación con unidades chilenas; sin embargo, por una coincidencia fue avistado por el pesquero inglés Snipe, procedente de Calcuta, que fondeó en Valparaíso el 26 de agosto, dando aviso a las autoridades chilenas.
La flotilla arribó primero a Quilca en el sur del Perú para recabar información del panorama estratégico del momento, cerciorándose de la ausencia de elementos adversarios en el mar y continuar luego a su destino en el Callao, donde arribó el 13 de septiembre para tomar fondeadero al abrigo de las fortificaciones terrestres.
El comodoro Guruceta recibió el título de Comandante en Jefe de las Fuerzas Navales Españolas en el Pacífico, Ahora además de contar con el navío Asia y el bergantín Aquiles se le unieron a sus fuerzas la corbeta Victoria de Ica y los bergantines Constante y
Combate naval del Callao (1824)Guruceta se encontró con la flota peruana a su arribo al Callao. El almirante Guise volvió a fondear más tarde en la isla San Lorenzo el 6 de octubre, con el propósito de retar al adversario español, ante lo cual, el comodoro Guruceta embarcó en su navío 200 soldados escogidos y se decidió a zarpar al día siguiente, 7 de octubre, dirigiéndose directamente a interceptar al enemigo. Los buques peruanos que estaban compuestos por una fragata insignia, Protector, (ex Prueba); una corbeta y cuatro bergantines dieron a su vez la vela y aceptaron el combate. Al cabo de un corto tiempo, los buques peruanos se pronunciaron en retirada tras haber recibido el buque insignia Protector, varios impactos en casco y aparejo. El jefe español continuó la caza por 2 horas más, volviendo luego a puerto, pareciéndole “indecoroso ocuparse de aquellos barcuchos fugitivos”. Esta curiosa reacción de un jefe en la única oportunidad que se le presentó para destruir la escuadra enemiga y asegurar el dominio del mar bajó la moral de su gente que apreciaba la inutilidad de su presencia en el Pacífico y ello afectaría hondamente los próximos acontecimientos.
Parte del capitán de navío Roque Guruceta al brigadier Rodil
"Como V. S. tiene probado tantes veces y de tantos modos el interes que toma en todo cuanto contribuye á escarmentar los enemigos del Rey y de nuestra nacion española, no puedo dejar de poner en su noticia las operaciones que tuvieron lugar el dia de ayer con la escuadra de mi mando. Habiendo tenido la fragata Prueba con cinco embarcaciones mas de guerra la osodia de presentarse en este puerto, y aun la de fondear antes de á noche en la isla de San Lorenzo, á pesar de ver me ya endisposicion de salir á la mar, determiné dar la vela con este navio, corbeta lea, bergantines Aquiles, Pezuela y Constante á castigar tamaño atentado.—Zarpé á las seis de la mañana con elauxilio que V. S. tuvo á bien franquearme de alguna tropa del batallon de Arequipa á las órdenes de su coronel el brigadier D. Matéo Ramirez, y me dirigí al fondeadero donde estaba la Prueba. Esta se puso á la vela con los buques de su division y con todo aparejo salió fuera del puerto: yo seguí dándole caza proporcionando el andar al de mis buques menores, que eran los únicos sobre quienes el enemigo podria contar alguna ventaja caso de separacion. Continuó este en el mismo órden para experimentar su andar con el de este navio ; y satisfecho de tener en esto alguna ventaja, resolvió virar sobre mí y emprender la accion: á la media hora, conociendo que las diferencias de marcha y la fuerza de los dos buques tenian signos contrarios, se puso en precipitada huida largando todo su aparejo y picando el remolque de bote que tenia por la popa para andar mas, desde cuyos momentos perdí mis esperanzas de apresarla, pues no pude hacerle mas tiros ó fuegos que con las miras de proa, lá que contestaba con las suyas de popa, siguiendo en esta disposicion como dos horas mas que tardó en estar fuera de todos mis tiros.—La corbeta y bergantines que acompañaban la Prueba, y que se dispersaron á los primeros tiros, hubieran podido algunos de ellos ser prisioneros, habiendo arriado uno su bandera que volvió á izar poco despues fuera del tiro de cañon. Son tan despreciables estos buques menores y se manejaron tan mal en este dia, que me pareció indecoroso ocuparme de ellos, y deber atender solo á atacar la Prueba con el fin de destruirla, que si no he conseguido enteramente, puedo asegurar á V. S. lleva grandes averías, siendo las visibles el palo de mesana y mastelero de velacho atravesados por mis fuegos, acribillado su aparejo y casco en términos de ir dando á las bombas en medio del fuego. Creo se haya desengañado de lo insignificantes que son los cohetes incendiarios de que hizo uso uno de sus buques menores, y en lo que presumo fundaba sus esperanzas, mientras no discurra el modo de arrojarlos desde fuera del alcance de mi artillería.— La tropa de infantería, aunque no llegó el caso de echar mano de ella, manifestó en su serenidad y disciplina la familiaridad con que el soldado veterano oye las balas en cualquier elemento que sea.— Mis averías son de muy corta consideración, y para que V. S. forme concepto de ellas podré decirle que son proporcionadas á un soldado de marina muerto y dos levemente heridos, siendo las únicas desgracias que he tenido, esperando que queden aquellas remediadas , con los auxilios de V. S. antes del apresto del convoy que detenía mi salida.—Dios guarde á V. S. muchos años. Navio Asia en elpuerto del Callao á 8 de octubre de 1824.—Roque Guruceta.— Sr. D. José Ramon Rodil."
"Como V. S. tiene probado tantes veces y de tantos modos el interes que toma en todo cuanto contribuye á escarmentar los enemigos del Rey y de nuestra nacion española, no puedo dejar de poner en su noticia las operaciones que tuvieron lugar el dia de ayer con la escuadra de mi mando. Habiendo tenido la fragata Prueba con cinco embarcaciones mas de guerra la osodia de presentarse en este puerto, y aun la de fondear antes de á noche en la isla de San Lorenzo, á pesar de ver me ya endisposicion de salir á la mar, determiné dar la vela con este navio, corbeta lea, bergantines Aquiles, Pezuela y Constante á castigar tamaño atentado.—Zarpé á las seis de la mañana con elauxilio que V. S. tuvo á bien franquearme de alguna tropa del batallon de Arequipa á las órdenes de su coronel el brigadier D. Matéo Ramirez, y me dirigí al fondeadero donde estaba la Prueba. Esta se puso á la vela con los buques de su division y con todo aparejo salió fuera del puerto: yo seguí dándole caza proporcionando el andar al de mis buques menores, que eran los únicos sobre quienes el enemigo podria contar alguna ventaja caso de separacion. Continuó este en el mismo órden para experimentar su andar con el de este navio ; y satisfecho de tener en esto alguna ventaja, resolvió virar sobre mí y emprender la accion: á la media hora, conociendo que las diferencias de marcha y la fuerza de los dos buques tenian signos contrarios, se puso en precipitada huida largando todo su aparejo y picando el remolque de bote que tenia por la popa para andar mas, desde cuyos momentos perdí mis esperanzas de apresarla, pues no pude hacerle mas tiros ó fuegos que con las miras de proa, lá que contestaba con las suyas de popa, siguiendo en esta disposicion como dos horas mas que tardó en estar fuera de todos mis tiros.—La corbeta y bergantines que acompañaban la Prueba, y que se dispersaron á los primeros tiros, hubieran podido algunos de ellos ser prisioneros, habiendo arriado uno su bandera que volvió á izar poco despues fuera del tiro de cañon. Son tan despreciables estos buques menores y se manejaron tan mal en este dia, que me pareció indecoroso ocuparme de ellos, y deber atender solo á atacar la Prueba con el fin de destruirla, que si no he conseguido enteramente, puedo asegurar á V. S. lleva grandes averías, siendo las visibles el palo de mesana y mastelero de velacho atravesados por mis fuegos, acribillado su aparejo y casco en términos de ir dando á las bombas en medio del fuego. Creo se haya desengañado de lo insignificantes que son los cohetes incendiarios de que hizo uso uno de sus buques menores, y en lo que presumo fundaba sus esperanzas, mientras no discurra el modo de arrojarlos desde fuera del alcance de mi artillería.— La tropa de infantería, aunque no llegó el caso de echar mano de ella, manifestó en su serenidad y disciplina la familiaridad con que el soldado veterano oye las balas en cualquier elemento que sea.— Mis averías son de muy corta consideración, y para que V. S. forme concepto de ellas podré decirle que son proporcionadas á un soldado de marina muerto y dos levemente heridos, siendo las únicas desgracias que he tenido, esperando que queden aquellas remediadas , con los auxilios de V. S. antes del apresto del convoy que detenía mi salida.—Dios guarde á V. S. muchos años. Navio Asia en elpuerto del Callao á 8 de octubre de 1824.—Roque Guruceta.— Sr. D. José Ramon Rodil."
El 20 de octubre, El comodoro Guruceta zarpa del Callao con su escuadrilla escoltando a dos transportes con tropas con destino a Chiloé, Ilo y, finalmente a Quilca, donde entró el 19 de noviembre. Zarpó de Quilca el 4 de diciembre y fondeó en Ilo, zarpando el día 14 para encontrar por espacio de 4 días a la escuadra al mando de Manuel Blanco Encalada, regresando a Quilca el 19 de diciembre. El 1 de enero de 1825 debía salir de Quilca para regresar al Callao pero al enterarse Roque Guruceta de la derrota de los realistas en la Batalla de Ayacucho y de la posterior Capitulación de Ayacucho donde se incluía la rendición de las fuerzas marítimas, se desentendió del acuerdo y decidió abandonar la costa peruana. Guruceta zarpó el 2 de enero de 1825 sin esperar al virrey La Serna ni tomar contacto con el puerto de Callao ni, en palabras del brigadier Andrés García Camba, ofrecer sus importantes servicios al sitiado Rodil. Para economizar sus raciones ordenó además desembarcar a los veteranos del batallón de Arequipa a los que abandonó a su suerte. El navío Asia salió del puerto de Quilca con rumbo a las Filipinas junto a los bergantines “Constante”, "Aquiles", y la corbeta transporte “ larington". El resto de las fuerzas marítimas salieron para Europa, la corbeta "Victoria de Ica" y el bergantín “ ezuela", y para Chiloé la balandra "Real Felipe" y el transporte “Trinidad".
s tropas españolas que resistían en Chiloé, derrotándolas y obligándolas a capitular el 15 de enero de 1826, firmándose el tratado de Tantauco, acuerdo que marcó la incorporación definitiva del archipiélago a Chile. Una semana después de este hecho, se produjo la rendición de las fuerzas españolas en el Callao al mando de Rodil, el último reducto español en América del Sur.Con Guruceta iban a bordo dos antiguos oficiales del Ejército Real del Perú, los brigadieres Ramírez y García Camba, este último dejaría en sus memorias una detallada descripción de los acontecimientos posteriores. Después de salir de las costas Américas Guruceta fondearía en las islas Marianas para reparaciones y aprovisionamiento en marzo de 1825. Al llegar a la isla Guaján el día 10 de marzo, la tripulación del Asia, se sublevó mientras que la del bergantín "Constante" lo hizo el 12 de marzo y abandonó a la oficialidad en tierra y pusieron de nuevo rumbo a América llegando posteriormente a México donde las naves serían entregadas a esas autoridades. Los oficiales, entre ellos Guruceta, abandonados fueron recogidos días después por un ballenero inglés en el que fueron transportados a Manila y desde ese lugar se envió el navío Soberano en busca del buque amotinado, aunque no tuvo éxito en la tarea de hallarlo. En cuanto al bergantín Aquiles, se mantuvo fiel algunos días más, pero el 14 de marzo la tripulación se sublevó y el buque se dirigió a México y luego a Valparaíso, se entregó la nave al gobierno chileno.
En fin de cuentas, solo el transporte Clarington lograría llegar a las Filipinas donde finalizaría sus días en las Islas Marianas, incendiado durante la lucha con los amotinados.
La escuadra de Guruceta se había retirado de las costas americanas, dejando los mares totalmente a disposición de los patriotas, demostrando que la expedición había sido un fracaso y la total ineptitud de su comandante, al dejarse llevar por el pánico tras la derrota de Ayacucho, lo que le valió ácidos comentarios de sus connacionales. De España ya no llegaría ninguna otra expedición para auxiliar a las fuerzas españolas en el Pacífico Sur. Ahora el puerto del Callao y la austral isla de Chiloé, aún bajo dominio realista y negándose a aceptar la capitulación de Ayacucho, quedaban a merced de los patriotas. El brigadier Rodil se lamentó del incomprensible abandono en que le había dejado la armada española diciendo: "….me he persuadido de que la escuadra que Don Roque Guruceta tiene a sus ordenes se ha hecho a la vela desde Quilca para Manila. Esto permite inferir que el honor, la constancia y la fortuna han desamparado a nuestros compañeros de armas en estas regiones.” Dos días después, y para la mala fortuna de los sitiados españoles en el Callao, se presenta ante el puerto una imponente flota combinada de los patriotas al mando de Manuel Blanco Encalada con la fragatas "O’Higgins" y "Protector", la corbeta "Pichincha" y los bergantines "Limeña", "Moctezuma", "Congreso", "Macedonia" y "Chimborazo", estableciéndose un bloqueo naval complementario al terrestre que ya se sufría por la guarnición española.
Por otro lado, el general Ramón Freire, comandaba una segunda expedición en 1826 para derrotar a las tropas españolas que resistían en Chiloé, derrotándolas y obligándolas a capitular el 15 de enero de 1826, firmándose el tratado de Tantauco, acuerdo que marcó la incorporación definitiva del archipiélago a Chile. Una semana después de este hecho, se produjo la rendición de las fuerzas españolas en el Callao al mando de Rodil, el último reducto español en América del Sur.
Por otro lado, el general Ramón Freire, comandaba una segunda expedición en 1826 para derrotar a las tropas españolas que resistían en Chiloé, derrotándolas y obligándolas a capitular el 15 de enero de 1826, firmándose el tratado de Tantauco, acuerdo que marcó la incorporación definitiva del archipiélago a Chile. Una semana después de este hecho, se produjo la rendición de las fuerzas españolas en el Callao al mando de Rodil, el último reducto español en América del Sur.
20 de octubre 1906: Se promulga la Ley N° 252 que dispone la reorganización de la Escuela Náutica de Paita, tanto en lo relativo a su plan de estudios, como a la planta docente y personal directivo. Nombra como director a un capitán de fragata, y dos tenientes primeros, como profesores. La escuela funcionaba en forma precaria con alumnos externos que cumplían su instrucción en cuatro años.
20 de octubre 1943: Se incorpora a la Marina de Guerra el remolcador Contramaestre Dueñ as, construido en los Astilleros de Gulfport Boiler and Welding Works Inc. De Port Arthur, Texas, USA.
Al parecer este remolcador, incorporado el 20 de octubre de 1943, podría nunca haber llegado al Perú. Aparte de la referencia a la que hace esta efemérides, no hay ningún otro rastro ni registro de haber servido en la Marina. La relación de los buques (en su mayoría remolcadores) construidos por el astillero Gulfport Boiler and Welding Works Inc de Port arthur, Texas, (que luego de la WWII cambió de nombre a Gulfport Shipbuilding) muestran que el gobierno peruano ordenó dos remolcadores, el Tigre y el Curaray:
Pero en ambos se indica que la transferencia fue cancelada y el Tigre se entregó a la USN y se convirtió en el YT-463, (que fue re denominado posteriormente YTB-463) el 15 de mayo de 1944, al que se le dió el nombre de Kiasutha. La foto anterior a esta efemérides muestra al Kiasutha en pruebas a inicios de setiembre de 1943 cerca al astillero de Port Arthur.
SI EL LECTOR CONOCE MAS DETALLES SOBRE ESTE REMOLCADOR, POR FAVOR, NO DUDE EN COMUNICARMELO.
Nota: No se le debe confundir a este remolcador con el BAP Contramaestre Dueñas (ARB-126) que fue incorporado a la flota el 5 de junio de 1985 y que tiene una historia sumamente interesante, que se relatará cuando llegué el momento de su efemérides.
20 de octubre 1954: Ante la presencia del ministro de Marina, vicealmirante Roque A. Saldías y sus altezas reales el Príncipe Axel y la Princesa Margarita, se realiza la ceremonia de lanzamiento del petrolero BAP Talara en los astilleros de la Burmeister & Wain, en la isla de Teglholmen, al sur de Copenhague, Dinamarca.
BAP TALARA (ATP-153)
Constructor: Burmeister & Wain, Copenhagen, Dinamarca
Puesta de la quilla: 1953
Lanzamiento: 20 octubre 1954Comisionamiento: 31 diciembre 1954
Baja: 27 diciembre 1968
Características
Eslora: 109.40 m
Manga: 15.50 m
Puntal: 6.85 m
Desplazamiento Neto: 1 848.97 tonsDesplazamiento Bruto: 3 353.07 tons
Peso Muerto: 4800 tons
Diecisiete tanques comerciales con capacidad total de 195.639 pies3 Bodegas y aparejo de carga
Una bodega para carga con 560,8 m3
Dos plumas de 4 tons c/u.
Eslora: 109.40 m
Manga: 15.50 m
Puntal: 6.85 m
Desplazamiento Neto: 1 848.97 tonsDesplazamiento Bruto: 3 353.07 tons
Peso Muerto: 4800 tons
Diecisiete tanques comerciales con capacidad total de 195.639 pies3 Bodegas y aparejo de carga
Una bodega para carga con 560,8 m3
Dos plumas de 4 tons c/u.
Propulsión:
Un motor Burmeister & Wain diesel de cinco cilindros de simple acción
Un motor Burmeister & Wain diesel de cinco cilindros de simple acción
Dos calderas auxiliares acuotubulares
Potencia: 2.700 bhp
Velocidad: 12,5 nudos (máxima); 11,5 nudos (económica)
Combustible: bunker 658 tons (maq. ppal); diesel 83,4 tons (cald. aux)
Dotación: 10 oficiales, 55 tripulantes
Construido en Dinamarca para la Armada del Perú con el nombre de BAP Talara, fue destinado a operar alternadamente a órdenes de la Escuadra y de la Oficina Naviera Comercial. El Talara, fue dado de baja con la R.S. N°0563-68 del 27 de agosto de 1968 y vendido a la empresa naviera italiana P. G. & M. Castaldi, Leghorn, siendo rebautizado Punta Ala. El 4 de agosto de 1971, el Punta Ala se incendió en el puerto italiano de Augusta, siendo varado para impedir su pérdida total. Posteriormente, en diciembre del mismo año fue remolcado hacia La Spezia en donde fue desguazado.
Potencia: 2.700 bhp
Velocidad: 12,5 nudos (máxima); 11,5 nudos (económica)
Combustible: bunker 658 tons (maq. ppal); diesel 83,4 tons (cald. aux)
Dotación: 10 oficiales, 55 tripulantes
Construido en Dinamarca para la Armada del Perú con el nombre de BAP Talara, fue destinado a operar alternadamente a órdenes de la Escuadra y de la Oficina Naviera Comercial. El Talara, fue dado de baja con la R.S. N°0563-68 del 27 de agosto de 1968 y vendido a la empresa naviera italiana P. G. & M. Castaldi, Leghorn, siendo rebautizado Punta Ala. El 4 de agosto de 1971, el Punta Ala se incendió en el puerto italiano de Augusta, siendo varado para impedir su pérdida total. Posteriormente, en diciembre del mismo año fue remolcado hacia La Spezia en donde fue desguazado.
20 de octubre 1972: Se crea la Central de Procesamiento de Datos, como organismo responsable de la mecanización de los procesos administrativos de la Institución.
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