martes, 28 de noviembre de 2017

EFEMERIDES MARÍTIMAS Y NAVALES

Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016


Efemérides Navales de Hoy 26 de Noviembre




26 de noviembre 1853: El Ecuador proclama una ley en cuyo artículo 1° se lee: “Se declara libre la navegación en los ríos Chinchipe, Santiago, Morona, Pastaza, Tigre, Curaray, Naucama, Napo, Putumayo y demás ríos ecuatorianos que descienden al Amazonas, como también la de este último en la parte que le corresponde al Ecuador”. El ministro plenipotenciario del Perú, Mariano José Sanz, había protestado ante la cancillería quiteña desde el 10 de noviembre de 1853, cuando aún se discutía el proyecto de ley. La ley desconocía la Real Cédula de 1802.  (El primer mapa es de Mariano Felipe Paz Soldán fechado 1865 y tiene muy alta calidad lo que permite bajarlo y ampliarlo a fin de poder ubicar los ríos que menciona la Real Cédula de 15 julio 1805)



Real Cédula de 15 de Julio de 1802

como está reproducida en la página 204 de LOS TRATADOS CONVENCIONES, CAPITULACIONES, ARMISTICIOS Y OTROS ACTOS DIPLOMÁTICOS Y POLÍTICOS CELEBRADOS DESDE LA INDEPENDENCIA HASTA EL DÍA, PRECEDIDA DE UNA INTRODUCCIÓN QUE COMPRENDE LA ÉPOCA COLONIAL POR RICARDO ARANDA. Publicación Oficial Del Ministerio De Relaciones Exteriores,
TOMO PRIMERO.


EL REY

Virrey, Gobernador y Capitán general de las provincias del Perú y Presidente de mi Real Audiencia de la ciudad de Lima. 

Para resolver mi Consejo de las Indias el expediente sobre el Gobierno temporal de las Misiones de Maynas en la provincia de Quito, pidió informe á D. Francisco Requena, Gobernador y Comandante general que fué de ellas y actual Ministro del propio Tribunal; y lo executó en primero de Abril de mil setecientos noventa y nueve, remitiéndose á otro que dió con fecha 29 de Marzo anterior, acerca de las Misiones del río Ucayale, en que propuso, para el adelantamiento espiritual y temporal de unas y otras, que el Gobierno y Comandancia general de Maynas sea dependiente de ese Virreynato, segregándose del de Santa Fe todo el territorio que las comprendía, como así mismo otros terrenos y misiones confinantes con las propias de Maynas, existentes por los ríos Napo, Putumayo y Yapurá:

Que todas estas misiones se agreguen al Colegio de propaganda fide de Ocopa, el cual actualmente tiene las que están por los ríos Ucayale, Huallaga y otros colaterales, con pueblos inmediatos á las montañas , por ser aquellos misioneros los que más conservan el fervor de su destino:

Que se erija un Obispado que comprenda todas estas misiones, reunidas con otros varios pueblos y curatos próximos á ellas, que pertenecen á diferentes Diócesis y pueden ser visitados por este nuevo Prelado; el qual podrá prestar por aquellos países de montañas los socorros espirituales que no pueden los misioneros de diferentes religiones y provincias, y que las sirven los distintos Superiores regulares de ellas, ni los mismos Obispos que en el día extienden su jurisdicción por aquellos bastos y dilatados territorios, poco poblados de cristianos, y en que se hallan todavía muchos infieles sin haber entrado desgraciadamente en el gremio de la Santa Iglesia.

Sobre estos tres puntos informó dicho Ministro Requena se hallaban las Misiones de Maynas en el mayor deterioro y que sólo podían adelantarse estando dependientes de ese Virreynato, desde donde podían ser más pronto auxiliadas, mejor defendidas, y fomentarse algún comercio, por ser accesibles todo el año los caminos de esa ciudad á los embarcaderos de Jaén, Moyobamba, Lamas, Playa Grande y otros puertos, todos en distintos ríos que dan entrada á todas aquellas misiones, siendo el temperamento de ellas muy análogo con el que se experimenta en los valles de la costa del Norte de esa capital.

Expuso también era muy preciso que los misioneros de toda aquella Gobernación, y de los países que debía comprender el nuevo Obispado, fuesen de un solo instituto y de una sola provincia, con verdadera vocación para propagar el Evangelio, y que sirviendo los del Colegio de Ocopa las Misiones de los ríos Huallaga y Ucayale, sería muy conforme se encargase también de todas las demás que proponía incorporar bajo de la misma nueva Diócesis, de conformidad que todos los pueblos que á ésta se le asignasen, fuesen servidos por los expresados misioneros de Ocopa, y tuviesen éstos varios curatos y hospicios á la entrada de las montañas por diferentes caminos en que poder descansar y recogerse en sus incursiones religiosas:

Últimamente, informó dicho Ministro que, por la conveniencia de confrontar, en cuanto fuese posible, la extensión militar de aquella Comandancia general de Maynas con la espiritual del nuevo Obispado, debía éste dilatarse no sólo por el río Marañón abajo hasta las fronteras de las colonias portuguesas, sino también por los demás ríos que en aquél desembocan y atraviesan todo aquel bajo y dilatado país de uniforme temperamento, transitable por la navegación de sus aguas, extendiéndose también su jurisdicción á otros curatos que están á poca distancia de los ríos con corto y fácil camino de montaña intermedia, á los quales por la situación en que se hallan, nunca los han visitado sus respectivos Prelados diocesanos á que pertenecen.

Visto en el referido mi Consejo pleno de Indias, y examinado con la atención que exige asunto de tanta gravedad el circunstanciado informe de D. Francisco Requena, con cuanto en él más expuso muy detalladamente sobre otros particulares dignos de la mayor reflexión, lo informado también por la Contaduría General y lo que dijeron mis Fiscales, me hizo presente, en consultas de 28 de Marzo y 7 de Diciembre de 1801, su dictamen, y habiéndome conformado con él:

He resuelto se tenga por segregado del Virreynato de Santa Fe y de la provincia de Quito, y agregado á ese Virreynato el Gobierno y Comandancia general de Maynas, con los pueblos del Gobierno de Quijos, excepto el de Papallacta, por estar todos ellos á las orillas del río Napo ó en sus inmediaciones, extendiéndose aquella Comandancia general no sólo por el río Marañón abajo hasta las fronteras de las colonias portuguesas, sino también por todos los demás ríos que entran al mismo Marañón por sus márgenes septentrional y meridional, como son Morona, Huallaga, Pastaza, Ucayale, Napo, Yavarí, Putumayo, Yapurá y otros menos considerables, hasta el paraje en que éstos mismos por sus saltos y raudales inaccesibles dejan de ser navegables; debiendo quedar también á la misma Comandancia general los pueblos de Lamas y Moyobamba, para confrontar en lo posible la jurisdicción eclesiástica y militar de aquellos territorios, á cuyo fin os mando que quedando, como quedan, agregados los gobiernos de Maynas y de Quijos á ese Virreynato, auxilieis con cuantas providencias juzguéis necesarias, y os pidiere el Comandante general y que sirva en ellos, no sólo para el adelantamiento y conservación de los pueblos y custodia de los misioneros, sino también para la seguridad de sus dominios, impidiendo se adelanten por ellos los vasallos de la Corona de Portugal, nombrando los Cabos subalternos ó Tenientes de Gobernador, que os pareciere necesario, para la defensa de esas fronteras y administración de justicia.

Asimismo he resuelto poner todos esos pueblos y misiones reunidas á cargo del Colegio Apostólico de Santa Rosa de Ocopa de ese Arzobispado, y luego que les estén encomendadas las doctrinas de todos los pueblos que comprende la jurisdicción designada á la expresada Comandancia general y nuevo Obispado de Misiones, que tengo determinado se erija, dispongáis que por mis Reales Caxas más inmediatas se satisfaga sin demora á cada religioso misionero de los que efectivamente se encargasen de los pueblos igual sínodo, al que se contribuye á los empleados en las antiguas que están á cargo del mismo Colegio: Que teniendo éste, como tiene, facultad de admitir en su gremio á los religiosos de la misma Orden de San Francisco, que quieran dedicarse á la propagación de la Fe, aliste desde luego á todos los que la soliciten con verdadera vocación, y sean aptos para el ministerio apostólico, prefiriendo á los que se hallan en actual ejercicio de los que pasaron á la provincia de Quito con este preciso destino, y hayan acreditado su celo por la conservación de las almas que les han sido encomendadas, sin que puedan separarse de sus respectivas reducciones, en el caso de no querer incorporarse al Colegio, hasta que éste pueda proveerlas de misioneros idóneos: Que al fin de que haya siempre los necesarios para las ya fundadas, y para lasque puedan fundarse de nuevo en aquella dilatada mies, dispongáis que si no tuviese noviciado el expresado Colegio de Ocopa, lo ponga precisamente y admita en él á todos los españoles europeos ó americanos, que con verdadera vocación quieran entrar de novicios, con la precisa circunstancia de pasar á la predicación evangélica, siempre que el Prelado los destine á ellas, por cuyo medio habrá un plantel de operarios de virtud y educación, qual se requiere para las misiones, sin tener que ocurrir á colectarlos en las provincias de estos mismos reinos.

También he resuelto se erijan hospicios para los misioneros dependientes del Colegio de Ocopa en Chachapoyas y Tarma, y que el Convento de la Observancia, que existe en Huánuco, se agregue al enunciado Colegio para el servicio de las misiones, cuyos hospicios son muy necesarios á los religiosos, como lo informó D. Francisco Requena, para las entradas y salidas, recuperar la salud y acostumbrarse á los alimentos y ardiente temperamento de aquellos bajos y montuosos países, que bañan los ríos del Marañón, Ucayale, Napo y otros que corren por aquellas profundas é interminables llanuras, y con este fin he determinado hagáis entrar á la mayor brevedad á dicho Colegio de Santa Rosa Ocopa los curatos de Lamas y Moyobamba, para que tengan los misioneros más auxilios y faciliten la llegada á los embarcaderos inmediatos á los ríos Huallaga y Marañón, conservando y manteniendo los mismos misioneros para sus entradas desde Huánuco á los puertos de Playa Grande, Cuchero y Mairo, que dan paso á las cabeceras del río Huallaga y á las aguas que van á Ucayale, las reducciones y pueblos citados en los caminos que desde dicha ciudad de Huánuco hay á los tres referidos puertos, teniendo de este modo varias rutas, para que según fuesen las estaciones, puedan entrar sin interrupción entre los dilatados campos que se les encomienda, para extender entre sus habitantes la luz del Evangelio.

Igualmente he resuelto erigir un Obispado en dichas misiones, sufragáneo de ese Arzobispado, á cuyo fin se obtendrá de Su Santidad el correspondiente breve, debiendo componerse el nuevo Obispado de todas las conversiones que actualmente sirven los misioneros de Ocopa por los ríos Huallaga, Ucayale y por los caminos de montañas que sirven de entradas á ellos, y están en la jurisdicción del Arzobispado de Lima, de los curatos de Lamas, Moyobamba y Santiago de las Montañas, pertenecientes al Obispado de Truxillo; de todas las Misiones de Maynas, de los Curatos de la provincia de Quijos, excepto de Papallacta; de la Doctrina de Canelos en el río Bobonaza, servidos por padres dominicos, de las misiones de religiosos mercenarios en la parte inferior del río Putumayo, pertenecientes al Obispado de Quito; de las Misiones situadas en la parte superior del mismo río Putumayo, y en el Yapurá llamadas de Sucumbios que estaban á cargo de los padres Franciscanos de Popayán, sin que puedan por esta razón separarse los eclesiásticos seculares ó regulares que sirven todas las referidas misiones y curatos, hasta que el nuevo Obispo disponga lo conveniente. Aunque este Prelado no tiene por ahora Cabildo ni Iglesia Catedral, y puede residir en el pueblo que mejor le parezca y más conviniere para el adelantamiento de las misiones, y según las urgencias que vayan ocurriendo, con todo, mientras no hubiere causa que lo impida, puede fixar su residencia ordinaria en el pueblo de Xeveros, por su buena situación en un país abierto, por la ventaja de ser su iglesia la más decente de todas y la mejor paramentada con rica custodia y vasos sagrados y con frontal, sagrario, candeleros, mallas, incensarios, cruces y varas de palio de plata; por el número de sus habitantes, de bella índole, y por ser dicho pueblo como el centro de las principales misiones, estando casi á igual distancia de él las últimas de Maynas, que se extienden por el río Marañón abajo, como las postrimeras que están aguas arriba de los ríos Huallaga y Ucayale, que quedan hacia Sur, teniendo desde el mismo pueblo, hacia el Norte, las de los ríos Pastaza y Napo, quedándole sólo las del Putumayo y Yapurá, más distantes para las visitas, pudiendo poner, para el mejor gobierno de su Obispado, los correspondientes Vicarios en cada uno de estos diferentes ríos, que son los más considerables de aquellas varias misiones.

Y finalmente he resuelto que la dotación del nuevo Prelado sea de 4.000 pesos anuales situados en mis Reales Cajas de esa ciudad de Lima, de cuenta de mi real hacienda; como también otros 1.ooo pesos para dos eclesiásticos seculares ó regulares, á 500 cada uno, que han de acompañar al Obispo como de asistentes, y cuyo nombramiento y remoción debe quedar por ahora al arbitrio del mismo Prelado, con la obligación de dar cuenta ó aviso á ese Superior Gobierno en cualquiera de los dos casos de nombramiento ó remoción, y haciendo constar los mismos eclesiásticos su permanencia en las misiones para el efectivo cobro de su haber, entrando por ahora en mis Reales Cajas los diezmos que se recauden en todo el distrito del Obispado, de cuyos valores me remitiréis anualmente una exacta relación.

Y os lo participo para que, como os lo mando, dispongáis tenga el debido y puntual cumplimiento la citada mi Real determinación; en inteligencia de que para el mismo efecto se comunica por Cédula y oficios de esta fecha al Virrey de Santa Fe, al Presidente de Quito, al Comisario General de Indias de la religión de San Francisco, al Arzobispo de esa capital y á los Obispos de Truxillo y Quito. Y de esta Cédula se tomará razón en la Contaduría General del referido mi Consejo, y por los Ministros de mi Real Hacienda en las Cajas de esa ciudad de Lima.

Dado en Madrid á quince de Julio de mil ochocientos y dos.

YO El REY.

Por mandado del Rey nuestro Señor,
Silvestre Collar.

EFEMERIDES MARÍTIMAS Y NAVALES

Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016


Efemérides Navales de Hoy 24 de Noviembre





24 de noviembre 1601: Se prohíbe por Real Cédula que los indios sean empleados para cortar madera. Esta medida va a dificultar la construcción de los barcos, razón por la cual se optará por la mano de obra esclava.


El texto siguiente ha sido tomado de “El Negro en la Real Audiencia de Quito: SS. XVI-XVIII” 







24 de noviembre 1821: Un decreto de San Martín y su ministro Monteagudo establece las jerarquías esenciales en la Marina. Nadie podrá ser oficial sin ser antes guardiamarina con tres años por lo menos o participación en tres campañas. Se establecen las banderas y uniformes a usarse en los barcos. 






24 de noviembre 1891: Muere en Lima el contralmirante Antonio de la Haza Rodríguez. 

Hijo del capitán de navío Manuel de la Haza Martínez y de Ana María Rodríguez. Su padre, de origen vasco, llegó a Lima siendo niño, sirviendo primero en la marina colonial, para luego asentarse en Piura y naturalizarse peruano. 

Antonio nació en Paita. A la edad de 13 años empezó a navegar en la marina mercante, viajando a México y Chile. En 1841 se incorporó a la marina de guerra, sirviendo a bordo del bergantín Constitución, y luego en la corbeta Yungay. Era ya teniente segundo, cuando se embarcó en la goleta Alerta, pero poco después fue dado de baja por razones políticas y desterrado a Centroamérica (1843). En 1845 fue readmitido, sirviendo a bordo del pailebote Vigilante. En 1846 pasó a la goleta Libertad. En 1849 se hallaba sirviendo en el bergantín General Gamarra cuando dicho buque fue enviado a la costa de California para proteger a los ciudadanos peruanos durante la llamada fiebre del oro. Permaneció en el Gamarra hasta 1851, cuando se le confió el mando del vapor Titicaca, siendo ascendido a teniente primero. En 1852 volvió a la goleta Libertad. En 1854 pasó a ejercer el mando de la goleta Héctor, como capitán de corbeta. En 1853 tomó el mando del bergantín Almirante Guise y en 1858 era ya capitán de fragata. Participó en el bloqueo de Guayaquil, durante la campaña del Ecuador (1858-1859). En 1868 era ya contralmirante y comandante general de la Escuadra. En 1872 viajó comisionado a Europa y Estados Unidos.

Durante el segundo gobierno constitucional de Mariano Ignacio Prado fue ministro de Guerra y Marina (1877) y comandante general de Marina (1878-1879), siendo sucesor del entonces capitán de navío Miguel Grau. Durante la guerra del Pacífico, participó en la defensa del Callao ante el bloqueo de la escuadra chilena, donde servía su sobrino Carlos Condell de la Haza. Se casó con Micaela Campos Gorostidi; hija de Felix María Campos y de Josefa Gorostidi Seminario quien en segundas nupcias se casó con el General Antonio de la Guerra Montero. Falleció el 24 de noviembre de 1891

24 de noviembre 2008: La Comandancia General de la Marina se traslada a su sede definitiva en el distrito de La Perla, Callao. 


24 de noviembre 2012: Equipo de la Marina de Guerra vence en el primer Campeonato Inter Supervisores de las Fuerzas Armadas, que se lleva a cabo los días 2, 10 y 24 del presente mes. 


EFEMERIDES MARÍTIMAS Y NAVALES


Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016



Efemérides Navales de Hoy 23 de Noviembre

23 de noviembre 1837: En el marco de la guerra de Chile contra la Confederación Perú-boliviana, incursión en Talcahuano. La escuadra confederada hostiliza las defensas del puerto de Talcahuano. La guarnición de las corbetas en sus botes lleva a cabo esta acción. Las baterías de tierra causan la muerte de un oficial y un cabo primero infante de marina. 


23 de noviembre 1965: La balsa Tangaroa llega a la Polinesia. 

A CONTINUACION LA CARTA DE MARIO KNUDSEN, ESCRITA EL 20 DE JUNIO DEL 2008 EN UN CASTELLANO QUE NO ES EL MEJOR. ESTA EMOTIVA CARTA PRUEBA LA VALIDEZ DEL VIEJO REFRÁN “NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA” Y DEL SUPREMO EGOISMO NACIONAL PLASMADO EN EL NO RECONOCIMIENTO DE LOS LOGROS DE LOS DEMÁS Y, MUCHO MENOS EN EL AGRADECIMIENTO A QUIENES LA NACIÓN LES DEBE AGRADECEMIENTO.


Expedicion balsa peruana Tangaroa

Soy Mario Knudsen de Cárdenas
Sobrino de Alfonso Arias Schreiber ex embajador promotor del tema del mar.

Me dirijo a usted para solicitar su aprobación; la reivindicación y reconocimientos de parte de los padres de la patria a la Expedición, balsa peruana Tangaroa.
Información sobre la expedición de 1965:
Nombre: Tangaroa
Origen: Peruano
Nacionalidad: Peruana 
Expedición:
capitán :Carlos Caravedo Arca
piloto : Jaime Toledo
marinero: Mathous
Caracteristicas: 
balsa de balsa artesanal 8 troncos, 2 mastiles, 3 velas, 1 cabina 
fecha partida: 26/07/1965
Construcción: playa de la mar brava La Punta, Callao 
Lugar de partida: La punta - Callao - Perú 
Destino :polinesia francesa -Tahiti
Recorrido:isla Napuka 31/11 /1965; isla Aratika 16/11 /1965; isla Kauehi 17/11/19659; destino final isla Fakarava 18/11/ 1965 según la Bitácora de la balsa un representante de UPI con sede
Esta expedición se destaca así como en las épocas incas y mejores pensadores republicanos; que llevan sus ideas a la acción. Si Carlos Caravedo Arca engendra una aspiración de un peruano civil valiente; lanza su balsa como embajadora a los pueblos del pacifico, como una gran comunidad, es así que la balsa Tangaroa se viste de un nombre entendible de amistad, para esos pueblos de que ven llegar al dios sol que los incas despedían, hasta un próximo amanecer.

Así como las culturas pre Inca e Inca con su inca Tupac Yupanqui ordenara a sus jefes ir a visitar o ver donde se fue el dios sol. Así pues el dios huiracocha kon llega del mar y regresa a el, no es de sorprender el deseo de nuestro pueblo de la búsqueda de estas deidades como su interés por lo desconocido.

La expedición, balsa Tangaroa 1965, se genera para lograr demostrar que es posible adentrarse en lo profundo del tuamuto archipiélago muy peligroso por sus arrecifes y corrientes, es pues que estas ultimas demostraron lo imposible de llegar mas lejos de la isla de Fakarava, ultima línea divisoria para ese mar abierto con corrientes contrarias oeste este y oeste noreste y llegar a Tahití hecho que no se logro.

Pese al uso de las huaras, quillas pre incas e incas que les permitían a estas grandes balsas remontar corrientes y tomar curso con mayor facilidad hacia su destino favorecidos por sus velas hinchadas por el viento.
Carlos Caravedo Arca gran deportista, tuvo contacto con grandes exploradores debido a su gran interés por el conocimiento. Egresado de universidad peruana y extranjera, autodidacta; presto a aquilatar cualquier información en plantas y alimentos, ya que el era como su familia dedicados al campo y comercio.
Si bien estas balsas y sus expediciones son la saga de la Kon-Tiki (Kon - dios huiracocha y tiki dios de pulpito polinesio)

William Willis y su balsa Seven Sithers fue su gran amigo y quien guiara su interés a mar y sus fronteras. El colaboró con su mejor entendimiento de las dietas peruanas. Willis llegó a la isla de Samoa, territorio americano, ya que el era de origen alemán pero creció en Estados Unidos.
Eric Bischop el francés que tratara de lograr el circulo redondo a través de las rutas náuticas que unen nuestros pueblos; quien en su balsa de bambú y otras de maderas Tahití Nui 1, 2 y 3, tras estas sucesivas reconstrucciones, logró su destino en la isla de Rakahanga donde muere en los arrecifes; 
Caravedo profetizó que en esta balsa no era seguro viajar.
Eduard Ingris, el concertista checoslovaco, que en el Perú se hizo botánico y naturalista, con su balsa Kantuta 1 y 2 y su isla 2da Mataiva al extremo final del archipiélago del Tomuto, con quien Carlos Caravedo casi hizo travesía a la polinesia francesa y con quien compartiera afinidades por la musica y la aventura

La expedición, balsa Tangaroa se compuso de Carlos Caravedo como gestor constructor y capitán, Jaime Toledo como piloto, el radio escucha Mathous
Ante la negativa del SIMA de dar cobijo a la futura balsa es construida en la playa de la mar brava en La Punta, Callao, Perú: Su meta era partir el abril fecha rigurosa de salida de todas las expediciones; todos los de la expedición tuvieron que pasar por exámenes de cursos de navegación, pese a lo experto de su piloto. Se otorgaron los permisos el 24 de julio y tras un estrepitoso ulurar de sirenas de los buques de la rada, el capitán de puerto otorga salida el 27 de julio
Son remolcados por el BAP Dueñas comandado por el joven oficial Gianpietri hoy Vicepresidente de la República, en el procedimiento se pierden 2 guaras de la Tangaroa
Son escoltados por varios yates, el embajador americano John Wesley Jones entre otros de la agencia UPI y diarios nacionales como La Prensa, El Comercio y La Tercera siguen todos los acontecimientos del viaje.
Llegan a la zona de quiebre por Las Galapagos donde son sacudidos por gigantescas olas, tan altas que como en vitrina se veían los peces.
A los 97 días, un 31 de octubre, baten el record al avistar la isla de Napuka donde son recibidos por una delegación de isleños en alta mar, luego confirmado por diarios franceses.
Luego llegan a la isla de Aratika, al tratar de hallar el paso a Tahití en la noche casi se estrellan con los arrecifes de la isla de Kauehi; ante la imposibilidad de remontar el estrecho de Fakarava recorren hacia el sur de la isla y en una de las entradas del lago interior encallan y se conserva Aprox. 16º22” sur de la isla; la balsa única en quedar intacta.
Se demostró: 
La posibilidad de llegar hasta el límite de Fakarava no a Tahití esto es imposible en balsa.
La gran ayuda de tener Guaras como medio de navegación para las balsas. 
La alimentación era de bienes locales de Sudamérica y marinos; peces voladores; pulpos pequeños y pescados cazados con arpón
Lo más importante que con recursos propios y mucho tesón el valor peruano puede dar ejemplo a nivel internacional.
Es fácil subirse a la balsa de otros y decir que uno lo hizo o ostentar estar en una nave moderna y menospreciar la obra de otros.

Este es un gran ejemplo de valor peruano, constancia ante la indiferencia, persistencia hacia un fin, serenidad ante los temporales y generosidad al triunfar logrando su meta.

Ejemplo para los jóvenes ya que lo dicho antes simboliza el espíritu Peruano

Por esto La Expedición, Balsa Peruana Tangaroa, y su gestor Carlos Caravedo Arca asi como la balsa artesanal Tangaroa tiene derecho de ser registrada en los libros peruanos y reconocida por la nación y los padres de la patria.

Solicito apoyo del publico y Entidades internacionales para este Fin.
Seria de gran valor una condecoración; POSTUMA
Carlos Caravedo Arca fallece el 8 de octubre 2007 en el dia del mar peruano y de Grau
Su rebautizo con el nombre polinesio TUMA TANGAROA es la afirmación de ellos para nosotros de sus raises sudamericanas (tuma: cuando se logra ver i entender con claridad sobre el dios tangaroa)
Gracias

Expedición peruana Tangaroa: A 50 años de su llegada a la Polinesia
El Comercio - Redacción 11.18.2015 / 12:06PM


Hace 50 años, un 18 de noviembre de 1965, la expedición peruana Tangaroa, al mando de Carlos Caravedo, terminó su travesía por el Océano Pacífico al llegar a la isla Fakarava en la Polinesia. En este post de Huellas Digitales recordamos el largo camino que por tierra y mar realizó Caravedo para cumplir su sueño de navegar.
Un 26 de julio de 1965 Carlos Caravedo Arca partió del Callao hacia la Polinesia. Para incredulidad de propios y extraños, un hombre de campo salió a navegar en el mar. Tenía coraje y ganas de vivir la aventura de su vida. El aprendió a armar balsas y navegar en alta mar viendo a otros exploradores como William Willis.

En más de una ocasión se quedó con las ganas de viajar en las embarcaciones que por esos años partían muy seguido del Callao. Por falta de espacio y uno que otro inconveniente se quedaba en tierra firme. Hasta que un buen día decidió ser el jefe de su propia expedición hacia la Polinesia, que sería la primera realizada por peruanos.

Carlos Caravedo Arca estudió en el colegio Champagnat. Aunque se graduó como agrónomo, siempre destacó por ser autodidacta, pintor y deportista. Su familia tenía una hacienda en Ate llamada Inquisidor y Pulido donde cultivaban algodón, papa y cebolla. Con la venta de las cosechas pudo financiar su gran hazaña.

Carlos Caravedo durante su travesía por el Pacífico. Foto: Archivo Familia Caravedo

Por ello no fue sorpresa que se hiciera amigo de William Willis, un expedicionario alemán, que zarpó del Callao a la Polinesia en su nave ‘Seven Little Sisters’. Con él aprendió los secretos para armar una balsa de madera.

Los preparativos

Primero había que conseguir la mejor madera para armar la balsa. Caravedo viajó a la selva ecuatoriana para conseguir 13 troncos hembras por ser mejores en la flotación aunque de corta vida.

Caravedo quiso armar su balsa en las instalaciones de la SIMA así como lo hicieron otras expediciones extranjeras. Pero solo encontró la negativa de las autoridades. Este problema no menguó su entusiasmo.

“Tuve que construir la Tangaroa en un recoveco del lugar llamado ‘la mar brava’ en el Callao”.

Armado de paciencia Caravedo terminó su balsa. Sus familiares le regalaron bidones para el agua donde antes se había almacenado pasta dental. Todo el viaje tomarían agua con sabor a Kolynos.
Imágenes del álbum que Caravedo hizo sobre su expedición. Foto: Archivo Familia Caravedo

En la lista del rancho figuraban: 60 kilos de harina, 10 kilos de sal, 230 kilos de papa, 27 kilos de cebolla, 15 kilos de lentejas, 50 kilos de naranjas, 50 kilos de arroz, 60 kilos de fideos, 16 latas de galletas, 184 latas de conserva, 48 latas de jugo de tomate, 10 latas de cocoa, 55 galones de kerosene, entre otras provisiones para un viaje de tres meses en alta mar.

También tenían un receptor – transmisor, un grupo electrógeno, una antena, 100 baterías para radio, 1 grabadora, 2 cámaras fotográficas y diversos repuestos. Caravedo invirtió S/. 350,000.00 en su construcción e implementación. Este dinero fue obtenido de la producción agrícola de la hacienda familiar.

Navegando por un sueño

Aunque la fecha ideal para partir al otro lado del Pacífico era abril, recién en julio las autoridades portuarias le dieron la autorización.

El lunes 26 de julio de 1965 la balsa Tangaroa, nombrada así en honor a un dios tahitiano, salió del Yacht Club del Callao remolcado por el BAP Dueñas al mando del Teniente Segundo, Luis Giampietri. Su destino era Tahití y Samoa.

La tripulación del Tangaroa estaba formada por el navegante Jaime Toledo, el radioperador José Mathous y el jefe de expedición Jaime Caravedo. Los dos primeros ya habían realizado una travesía similar en la balsa Cantuta II. Para Caravedo era la primera vez.


“La frágil embarcación, que cruzará el Océano Pacífico siguiendo la Corriente Peruana, fue despedida en el Callao con insistentes toques de sirenas de los barcos acoderados en el Terminal Marítimo y de las embarcaciones deportivas, que la acompañaron varias millas mar afuera”, informó El Comercio en su primera plana del día siguiente.

El primer contacto radial se dió el 1º de agosto cuando estaban a 260 millas del Callao. Posteriormente la Tangaroa guardó un alarmante silencio hasta que el 19 de agosto el radioaficionado peruano Carlos Tassara estableció contacto con ellos. Durante la travesía la comunicación se realizó muy esporádicamente a través de radioaficionados.

Mientras en Perú se temía lo peor, la tripulación de la Tangaroa consiguió llegar a la Polinesia. En la bitácora del viaje, Caravedo apuntó que el día 97 llegaron a la isla Napuka. Era el 31 de octubre.

La última vez que la Tangaroa se comunicó con los radioaficionados fue el 3 de noviembre. Ya llevaban casi 100 días en alta mar. En los siguientes días la Tangaroa navegó por el peligroso archipiélago de Tuamotu, convirtiéndose en la primera expedición peruana en surcarlo.



La travesía terminó el 18 de noviembre de 1965, a 115 días de navegación, cuando la balsa encayó en la isla Fakarava, conocida por tener afilados arrecifes de coral. La tripulación caminó por la isla desértica hasta que fueron encontrados por algunos pobladores quienes los atendieron y les entregaron recuerdos tal como lo hicieron con Thor Heyerdhal y William Willis.

“La balsa quedará en la playa de Fakarava, pues no es posible rescatarla de la laguna formada por arrecifes de coral en la que nos metimos al llegar a esa isla”, declaró Caravedo a El Comercio.

“La travesía fue buena. Tengo conmigo gran cantidad de información escrita y muchos rollos de fotografías. La balsa será sacada en tierra y colocada en un lugar especial en Fakarava, donde la conservarán como una reliquia según fuimos informados por las autoridades de esa isla. Todos se han portado muy bien con nosotros,” puntualizó el jefe de la Tangaroa.

Su gran hazaña no ha sido reconocida como debería ser. Pocas personas se acuerdan de la Tangaroa y su viaje a la Polinesia. El 2006 una expedición noruega bautizó su balsa como Tangaroa – Kon tiki. 
Carlos Caravedo quedó devastado cuando lo invitaron a presenciar la partida de esa expedición en el Callao. 
“El Perú es la madre de los extranjeros y la madrastra de los peruanos”, esa frase acompañó a Carlos Caravedo hasta su muerte un 8 de octubre de 2007.
(Lilia Córdova Tábori)
Fotos: Archivo Familia Caravedo/ Archivo Histórico El Comercio

jueves, 23 de noviembre de 2017

EFEMERIDES MARÍTIMAS Y NAVALES



Colaboración del C. de N. Edgardo Loret de Mola
Responsable de la edición: Rosario Yika Uribe

Fuente: Cinco siglos del destino marítimo  del Perú, de Esperanza Navarro Pantac: Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú, 2016



Efemérides Navales de Hoy 22 de Noviembre
22 de noviembre 1828: Combate de Guayaquil. Episodio de la Guerra con la Gran Colombia en el cual nuestra escuadra compuesta por los barcos: Presidente, Libertad y Peruviana, al mando del almirante Martín Jorge Guise ataca el puerto de Guayaquil. La Escuadra Peruana logra romper el sistema de defensas y las fortificaciones de tierra del puerto. El intenso cañoneo se inicia el 22 de noviembre de 1828 y dura hasta el día 24 con la captura de Guayaquil. Al tercer día del combate, la Presidente logra acallar el cañón que la había hostilizado durante la noche. En tal intento, coronado exitosamente, pierde la vida el vicealmirante Martín Jorge Guise, siendo reemplazado por el teniente José Boterín. Guayaquil queda en poder de las fuerzas de ocupación peruanas hasta el 1° de febrero de 1829. 

Los combates en Guayaquil de 1828 por Ernesto Linares Mscaro en la revista digital connuestroperu.com

Muy pocos recuerdan que hace 180 años Perú libró su primera guerra internacional y que está fue declarada por Simón Bolívar. Fue en esta guerra donde por primera vez sobresalió la Marina de Guerra del Perú, en donde servían marinos de diversas nacionalidades: británicos, chilenos y franceses. En aquella guerra participaron, muy jóvenes, marinos peruanos que después destacarían en la historia nacional: José Boterín, Juan José Panizo, Francisco Forcelledo y Manuel Villar.

El 9 de septiembre de 1828, el gobierno peruano decretó el bloqueo de la costa colombiana, desde Tumbes, excluído este puerto, hasta Panamá. El decreto lo recibió en el Callao el Comandante General de Marina, contralmirante José Pascual de Vivero, a las 5 p.m. del 11 de septiembre, pero no lo publicó de inmediato porque estaba el general Antonio José de Sucre en la fragata Porcia, que estaba al ancla y en tránsito a Guayaquil, haciéndolo recién en la mañana del 12. El 18 de septiembre a las 9 y cuarto de la noche, zarpó del Callao la fragata “Presidente” con la insignia del vicealmirante Jorge Martín Guise, Comandante General de la escuadra peruana, en donde se embarcó el presidente José de La Mar. La fragata “Presidente” arriba a Paita el 25 de septiembre y el Presidente La Mar emprende viaje a Piura el 27. El 30 de septiembre parten de Paita los únicos buques de guerra del Perú, la fragata “Presidente” y la corbeta “Libertad”, esta última al mando del teniente 1º José Boterín, para iniciar el bloqueo de la costa colombiana.

En la isla Puná, los peruanos se enteran que en El Naranjal se encuentra una partida colombiana salida de Guayaquil en dirección a Cuenca. A las 11 a.m. del 1º de octubre, salen 4 botes al mando del teniente 1º Roberto Miklejohn, con 4 alféreces y 30 hombres. A las 10 p.m. la tropa peruana desembarca y a las 2 a.m. cae de sorpresa sobre la partida colombiana, apresando 2 capitanes, un subalterno, 2 soldados y al Gobernador. En mérito a esta acción, Guise asciende a teniente 2º al alférez de fragata Francisco Forcelledo, que había salido herido. Otra expedición al mando del teniente 2º Manuel Sauri incauta algunos fusiles en las cercanías de Machala y captura al 2º ayudante del Estado Mayor, Manuel Becerra, y a 2 soldados.

Como los buques peruanos estaban en Puná, pudo arribar a Guayaquil el general Braun con 240 hombres del escuadrón “Húsares”. La fragata peruana “Presidente” hacía guardia a la corbeta colombiana “Pichincha”, que debía regresar con el batallón “Girardot” de Panamá. La “Presidente” estuvo en Punta Arena el 11 de octubre, en El Muerto el 23, en Salango el 28 y después en Manta, donde desembarca una partida que, tras corta escaramuza, toma el puerto. El 23 de octubre, Guise le plantea al presidente La Mar que para una operación combinada contra Guayaquil necesita 60 soldados veteranos y 80 marineros. El Presidente La Mar ordena se los envíen y autoriza una operación contra Guayaquil.

En la noche del 10 al 11 de octubre se sublevó la tripulación de la corbeta colombiana “Pichincha”, que estaba fondeada en Taboga. Este buque se presentó en Paita donde se entregó al gobierno peruano.

Enterado Guise de la sublevación de la “Pichincha”, el 16 de noviembre la “Presidente” ancla frente a Punta Arena, reuniéndose con la corbeta “Libertad” y se presenta un bote de la goleta colombiana “Guayaquileña” con 3 hombres que se unen a la escuadra peruana. También llega la goleta “Peruviana”. Guise trata de estrechar relaciones con los ciudadanos de Guayaquil, a los que recibe cada vez que desean pasarse a las filas peruanas, al mismo tiempo que remite al presidente comunicaciones de autoridades del pueblo (párroco, alcalde, juez, etc.) o de civiles mostrando su adhesión a la causa peruana.

El vicealmirante Guise prepara a la escuadra peruana para atacar Guayaquil. Contaba con la fragata “Presidente” de 52 cañones: 2 carronadas de a 32 libras, 26 cañones de a 24 lb, 14 cañones de a 12 lb y 2 cañones de a 4 lb; la corbeta “Libertad”, de 24 cañones de a 12 lb, y una escuadra de fuerzas sutiles de 5 lanchas cañoneras al mando del teniente 2º San Julián: dos pequeñas goletas, la Esmeralda con un cañón de a 12 lb y una de la fragata “Presidente” con un cañón de a 12 lb y otro de a 6 lb, más tres botes con un pedrero de a 4 lb cada uno.

Las defensas de Guayaquil estaban preparadas para impedir el paso de los buques peruanos. Frente a Cruces había una cadena, sobre una balsa-explanada, hecha firme sobre Santay y asegurada por el otro lado por un cabestrante, una batería en el Castillo de Cruces de 6 cañones y apoyados por los buques anclados: la goleta “Guayaquileña” con 16 cañones de a 9 lb, una goleta con un cañón giratorio de a 18 lb, 4 lanchas cañoneras con cañones de a 24 lb cada una y el bergantín “Adela” con 18 cañones de a 12 lb, además estaban apoyados por una batería en Texería de 4 cañones. La guarnición era el batallón “Caracas”, el recién llegado batallón “Cauca” y el escuadrón “Dragones”. Los buques estaban al mando del capitán de navío Tomás Charles Wright y toda la fuerza de Guayaquil estaba al mando del general Juan Illingworth, marino británico al servicio de Bolívar que era el Comandante General de Guayaquil.

Al vicealmirante Guise le comunican que ha habido dos sublevaciones en Guayaquil, una civil y otra del batallón “Caracas”, que ha habido varios fusilamientos y otros han sido aplazados para el 22 de noviembre. Guise decide atacar sin esperar el refuerzo de tropas de desembarco porque pensaba que podría contar con el apoyo de los cómplices de los prisioneros en Guayaquil. Una de las lanchas de avanzada, captura el 21 a cuatro embarcaciones, siendo apresados los oficiales colombianos Robles y Brow. En esa fecha, el coronel Daniel F. O’Leary le escribe a Bolívar que por el bloqueo ya no llegan los buques paiteños y que son escasos la harina y el azúcar.

Con la marea alta, el 22 de noviembre a las 10 a.m., la escuadra peruana navega hacia Guayaquil, con las lanchas cañoneras a vanguardia para arriar la cadena y la “Presidente” y la “Libertad” para atacar a las baterías y buques. Frente al Castillo de las Cruces, la goleta “Peruviana” y las lanchas cañoneras se despliegan en línea, a todo lo ancho del río, la “Presidente” cubre la marcha y la “Libertad” forma la retaguardia. A las 5 p.m., la goleta “Guayaquileña” abre los fuegos.

La fragata “Presidente” intercambia disparos con la batería de Las Cruces; el parte oficial de José Boterín, dice que ellos olvidan izar su bandera. Las lanchas logran atracarse a las balsas que sostienen la cadena para arriarla y una de estas, al mando del teniente 2º Juan José Panizo, logra arriar la cadena. Entonces la fragata “Presidente” embiste la cadena y esta cede, larga su ancla y dispara a tierra por estribor y contra las naves a babor; la “Libertad”, a popa de la “Presidente”, también dispara contra el Castillo Las Cruces.

Tras dos horas de combate, el batallón “Caracas” abandona la batería Las Cruces. A las 6 p.m. desembarca la guarnición de la goleta “Peruviana”, al mando del teniente 2º Manuel Villar, toma el Castillo y para la noche ya tiene todos los cañones clavados (acción en la cual se coloca un clavo en el fogón para evitar que hagan fuego) e incendiado el Castillo en el que explota la pólvora, destruyendo ese punto de defensa colombiana.

Los buques peruanos empezaron esa noche a disparar metralla (proyectiles que al estallar lanzan balines en todas direcciones) contra la población.

Una lancha cañonera peruana es arrastrada al interior del río y tiene que batirse contra las fuerzas de la orilla. Se reúne con la escuadra peruana a las 8 p.m., pero su comandante alférez Pérez murió en la lucha.

Para el 23 de noviembre, el bergantín “Adela” está acoderado en la orilla de la Ciudad Vieja; sobre el muelle, delante de la Aduana, hay una batería de 4 cañones; una batería de 3 cañones a media altura del cerro La Pólvora, dentro de una casa, y otra batería de 2 cañones en una planchada a flor de agua sobre el norte de la Ciudad Vieja, además de dos goletas más. A las 7 a.m. se reabre el combate entre las naves colombianas y peruanas.

A las 10 a.m. la “Presidente” logra semihundir la “Adela”. A las 2 p.m., la goleta colombiana con el cañón giratorio y 2 lanchas cañoneras se pegan al barranco de la Ciudad Vieja al norte de la Aduana, mientras la goleta “Guayaquileña” y 2 lanchas cañoneras se sitúan sobre en una línea paralela a la peruana, cuya derecha se apoya en la batería de la planchada y cuya izquierda se prolonga al estero de Santay; reabriéndose el combate. A las 3 p.m. la escuadra peruana se dirige adentro, las fuerzas sutiles a estribor de la “Presidente” y la “Libertad”, mientras estas navegan por el canal, recibiendo fuego de las embarcaciones y las 3 baterías. La “Presidente” fondea entre el muelle y el primer puente de Ciudad Vieja y la “Libertad” a proa de esta .

A las 4 p.m., las fuerzas peruanas abren fuego sobre la Aduana. Poco después de las 5 p.m queda desmontada la batería de la Aduana, destrozadas la goletilla y las lanchas pegadas al barranco, las que arrían su pabellón, y varadas la “Guayaquileña” y una de las lanchas que habían intentado retirarse por el canal del Daule. Los colombianos vuelan la “Adela”. A las 7 p.m. sólo hacen fuego los batallones colombianos en los edificios del malecón.

A las 10 p.m., desatraca la lancha de la fragata “Presidente”, al mando del teniente 1º Roberto Miklejohn con tropa para llevarse una de las lanchas colombianas varadas, pero son rechazas por el batallón “Caracas” . En el combate queda gravemente herido el teniente Miklejohn, con una herida de cañón y dos de fusil.

La fragata “Presidente” empieza a salir de la ría a las 11 p.m. para dirigirse a Las Cruces, pero a las 2 a.m., debido a la marea baja, queda varada. Los colombianos montan un cañón de a 24 libras en la Aguardientería, por la aleta de la “Presidente” de tal manera que esta no puede responder los fuegos. Al amanecer del 24 de noviembre, los colombianos abren fuego sobre la “Presidente” durante 5 horas y el resto de la escuadra peruana en Las Cruces no puede ayudarla porque la marea les impide remontar el río. El penúltimo tiro del cañón colombiano cae sobre el pecho del vicealmirante Guise, dejándolo sin vida, a las 11:30 a.m. El secretario de la escuadra, teniente coronel Francisco del Valle Riestra, le otorga el mando de la escuadra al teniente 1º José Boterín, comandante de la corbeta “Libertad”, que se traslada a la “Presidente”. Sobre este hecho, el coronel O’Leary escribió a Bolívar: “Parece que la Providencia nos favorece, porque sólo un milagro nos ha podido salvar. Ahora ha vuelto a repetirse el milagro: Guise, el eterno enemigo de V.E. y de Colombia, murió de un balazo el día 24 del corriente por la mañana. Este oficial es una pérdida grande para el Perú; era valiente y atrevido y excelente marino”. Sobre Guise, el historiador naval Elías escribió “... ningún monumento público recuerda sus hazañas, las batallas que ganó, las veces que salvó la causa de la libertad...”.

En los combates del 22 al 24 de noviembre murieron el vicealmirante Guise, el alférez Pérez y 11 marineros y soldados. Los muertos colombianos confesados son 5, entre soldados y paisanos. Entre el 22 y 23, la fragata “Presidente” disparó 2.570 tiros de cañón y 6.000 de fusil; la corbeta “Libertad”, 530 y 2.300 respectivamente; la goleta “Peruviana”, 56 y 80, y las fuerzas sutiles, 75 y 300. La “Presidente” recibió 89 tiros de cañón y la “Libertad”, 23.

La población de Guayaquil estaba a favor de Perú, y en su informe, el teniente coronel Valle Riestra dice que si Guise “hubiera podido recibir a bordo todas las personas que lo intentaban, estoy seguro tendríamos en ella hoy todas las familias de Guayaquil; pues en estos tres días andaban por la costa clamando porque se les mandara los botes para embarcarse; pero nuestra posición de ataque no lo permitía” .

Es de esta manera que termina los combates de Guayaquil, que fueron1830 un triunfo peruano porque se destruyeron las defensas colombianas de tierra, de tal manera que los buques peruanos se dedicaron a estrechar el bloqueo para rendir a la guarnición, generalmente estacionados frente a Cruces, rendición que se produjo el 20 de enero de 1829.

Y así lo reportó La Gaceta de Colombia  a poco de haberse dado el Combate Guayaquil:










22 de noviembre 1963: Por decreto supremo se establece el Servicio Cívico Fluvial del Amazonas como una entidad coordinadora de las actividades de los ministerios de Salud Pública, Educación, Agricultura, Fomento, Guerra, Marina, Aeronáutica, Gobierno y Policía, del sector público independiente, del sector privado, de los gobiernos locales y de las comunidades; y cuya finalidad será prestar la asistencia técnica y ayuda para elevar el nivel social, económico y cultural de la población de la Hoya Amazónica, promoviendo su desarrollo integral.